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Mostrando entradas de junio, 2017

Del viento y sus caídas

“Los ojos bien abiertos y el recuerdo de lo que nos hizo bien y nos hizo mal nos ayudan a evitar los tropiezos al saber esquivar a tiempo las piedras del camino”. (Facundo Manes y Mateo Niro en “Usar el Cerebro”, pp. 136) H e tenido caídas en escarcha, blanca y negra, en la ducha y escalera, sobre cemento, ripio, piso mojado, de madera, hule, cerámico o por pisar en falso. Algunas bastante ebrio, otras de puro volado que soy, pero ¡ojo! que ocurrieron también sobrio. Las tuve suaves y esponjosas sobre la nieve y chistosas en la arena, también mullidas en hojas de otoño, incógnitas sobre las olas del mar y plácidas en lagos y lagunas. Como me acompañan de niño, no es que esté orgulloso, pero no necesito tatuajes llevo en la piel los estigmas de mis costalazos: tres suturas en el labio superior, dos en la canilla derecha, tres en el anular derecho, tres en la ceja izquierda, dos cortes en el cuero cabelludo y diez costuras operatorias en el codo derecho. Fracturas, algunos esgu

La vida no vale nada

Nunca acabaré de entender el trabajo de los hombres de leyes, será porque soy vulgar, ignorante y medio leso, por ello hace un par de años encontré extrañas las declaraciones de ese abogado de la plaza quien dijo por la prensa regional que 250 millones de pesos de indemnización fiscal es una cifra razonable por la vida de una lactante fallecida por una supuesta negligencia en la unidad neonatológica  del hospital local.  Expresando aquello en su condición de abogado de la familia que demandaba al centro asistencial y luego de rechazar los 80 millones de pesos ofrecidos por el fisco como compensación económica.   Es que en mi ingenuidad supina creía, tontamente, que la vida era invaluable, y eso de que “cada hombre tiene su precio”, solo era parte de la leyenda de negra de Fouché para imponer la desconfianza y el terror durante la revolución francesa. Tengo juristas conocidos, me dicen de qué me extraño si en la vida nada es gratis y habiendo demandas civiles mediante hay que v

Los atorrantes

Un 21 de septiembre de 1843 junto con la llegada de la primavera un grupo de inmigrantes chilotes desembarcó de la Goleta Ancud y tomó posesión para Chile del Estrecho de Magallanes. De un tiempo a esta parte Puerto Natales, ubicado al noreste de la Región de Magallanes, paulatinamente se está convirtiendo en una ciudad cosmopolita. En temporada turística, de septiembre a abril, es común en las calles y plazas que la fonética hebrea se confunda con la francófona, anglófona y coreana pero ausente están, por extintas, los rítmicos sonidos de las lenguas originarias de los canoeros australes. Na tales, al igual que toda la región, fue levantado por inmigrantes, en especial chilotes quienes en busca de un futuro mejor abandonaron el archipiélago y la Isla Grande para llegar a desoladas tierras ya sea trabajando en faenas de campo en las estancias de la  Patagonia chileno argentina, o como jornaleros, carpinteros, pintores, albañiles y mineros en el Yacimiento Carbonífero de Rio Tu

Gorilas en el diván

Dicen que el cocodrilo llora cuando devora a su presa, no está claro si es de pena o felicidad por lo que está engullendo. Algo un tanto parecido, si se quiere, habría ocurrido con algunos de los gorilas que cumplen penas en la Cárcel de Punta Peuco por cometer delitos de lesa humanidad durante la dictadura militar. Trascendió que aunque los gorilas suelen golpearse el pecho victoriosos, pero no sus culpas en la capilla del penal, hubo varios que tendidos en el cómodo diván del siquiatra confesaron estar estresados, porque si bien tener el control y dominio absoluto sobre el cuerpo y la voluntad de una persona es fascinante, la pega de torturar, se torna a veces exasperante. Aseguran los gorilas que ellos, a diferencia de lo que la gente cree, no tienen sangre fría como los reptiles, sino que la tienen caliente, suelen ser emotivos y por el bien que le hicieron al país tienen secuelas graves, como ser dedos chamuscados ya que en ocasiones por estar tan ensimismados y apres

Jubilación presidiaria

Está en el debate público la posibilidad de establecer una regla que permita a los reclusos  mayores de 75 años cumplir lo que le queda de pena en su hogar. Lo anterior no deja de generar controversia, no solo porque para algunos estaría hecha a la medida de los senescentes huéspedes de Punta Peuco, que siendo condenados como autores de delitos de lesa humanidad varios tienen penas pantagruélicas; sino que también porque habría que  tomar en consideración la edad del condenado al dictar sentencia,  ya que si una persona de 65 años es condenada a 20 años, para evitar confusiones habría que explicitar que 10 años serían tras las frías y negras rejas de la prisión y el resto tras las coloridas de casa. Aunque no faltarían los jueces que simplificarían las cosas expresando que si la persona a los 75 años edad sobrevivió el infierno carcelario, por ser tan afortunado lo que le queda por cumplir lo podrá hacer en su domicilio particular, siempre y cuando le quede alguno, de lo contr

Aylwin y los puercoespines

No estuvo preso como Mandela, pero por eso de “Justicia en la medida de lo posible” y la reconciliación, como que se parecen. Con Allende y Pinochet el vínculo es claro, su destino fue estar íntimamente ligados, del primero fue golpista y del segundo férreo opositor, pero a ambos sobrevivió en vida. Si con alguien se puede compararlo, sería con Giulio Andreotti, no solo porque la política partidista democristiana tanto en Chile como en Italia no puede explicarse sin ellos, sino por esa postura encorvada que se fue acentuando con los años, además de la astucia y estar conscientes que en el quehacer político a veces es necesario hacer el mal para preservar el bien común. Pero, a diferencia de Andreotti, a Patricio Aylwin nunca lo juzgaron, salvo uno que otro juicio popular de aquellos que nunca le perdonaron que en el 73 golpeara las puertas de los cuarteles. De su gobierno de transición algunos prefieren recordar la Comisión Rettig, otros la Ley Indígena, o agradecerán que actu

¡Quién dijo crisis!

Si es cierto aquello de que cada crisis es una oportunidad, sin saberlo el país estaría en una posición única y privilegiada para enfrentar el fenómeno de la delincuencia y la mal llamada crisis penitenciaria.  Pare ello se requiere dar una vuelta de tuerca y adaptar a nuestra realidad esa medida de cobrar 16 euros diarios a los reclusos que, con esa vocación bancaria tan suya, pretende adoptar el gobierno holandés con el apoyo de liberales y conservadores. Similar a lo acontecido  en Dinamarca y Alemania, país este último al que suele reverenciar el derecho procesal y penal chileno. En palabras sencillas la crisis penitenciaria se nos presentaría como una mina de oro porque los más de 43 mil presos  que tenemos en el país significarían para las arcas fiscales algo así como 180 mil millones de pesos. El sistema se autofinanciaría,  el dinero alcanzaría para construir nuevos centros de reclusión más modernos, confortables, eficaces y sin descuidar la dignidad humana de los usua

¿Profesión, oficio o actividad?

Un tipo me dijo hace tiempo que siempre se va por la vida contando un cuento, incluso cuando postulamos a un trabajo armamos un relato de nosotros mismos. Si abrimos la página electrónica del Congreso cada diputado tiene una pequeña ficha en la que  se destaca nombre, distrito al que pertenece y profesión. Causa sorpresa que en tiempos actuales en los que se vela por la igualdad y no discriminación y esté casi prohibido, o de mal gusto, pedir con fotografía el  currículum,  El Congreso Nacional destaque la profesión de cada parlamentario siendo que ello no es requisito para postular a un sillón del hemiciclo, menoscabaría a quienes no la tienen o, por el contrario, ejercen un oficio o actividad. Entre las profesiones de los diputados hay mayoritariamente abogados, otros son profesores o médicos, solo por nombrar unas cuantas. Las hay un tanto raras, como egresado de derecho que debe ser algo así  como un abogado sin cartón, suena igual a los que al cursar un post grado

La memoria y el cambio climático

Como antaño ha vuelto la nieve a Punta Arenas y Yislén me llama a la pega para compartir conmigo su alegría de que esté nevando, es que ese silencioso manto blanco que cubrirá por estos días la ciudad a varios vuelve más felices. El acontecimiento, si bien es un fenómeno, climático por cierto, fue recibido casi como anormalidad por la comunidad porque Magallanes -los nortinos no saben- debe ser el lugar del planeta donde se convive diariamente con el cambio climático y las reminiscencias de nevazones de mínimo un metro de nieve que impedían abrir la puertas para ingresar o salir de la viviendas están, desde hace más o menos veinte años, para meros cuentos de viejos. Pero aún quedamos quienes evocamos los años en que se apaleaba no solo las veredas, sino también las calles por donde transitaban los vehículos y los peatones, como cuando no existían automóviles, volvíamos a ser dueños del centro de la calzada. Las guerras de bolas de nieve eran la competencia deportiva escola

La playa del Congreso y los 158 piluchos

Habrá un antes y un después luego que el Consejo Anticorrupción entregara su informe sobre probidad a la Presidenta Bachelet, se acabarán los contubernios entre políticos y empresarios y se exigirá el máximo de diafanidad a quienes se dediquen a la función política. Porque los políticos, al igual que  por lo visto sucedería en Chile con las personas comunes y corrientes, serán por fin translúcidos, casi invisibles, el país dará un salto gigantesco en economizar tecnología de salud y no se necesitarán Rayos X, ecografías, escáner ni resonancia nuclear o magnética. En el Congreso nuestros parlamentarios serán transparentes, eso sí seguirán etéreos, casi volátiles, un tanto solubles y como se comprometerán a nunca más tener algo que ocultar en pro de la claridad en la política optarán por legislar piluchos. Los más contentos con ello serán los jóvenes diputados que ya habían optado por empezar a quitarse la corbata y, en lugar de pedir la rebaja de la dieta parlamentaria, pat

Una tipa rapaz

Pareciera ser que Carolina Goic para hacer frente a Alejandro Guillier hubiera desempolvado antiguos consejos de hogares decé acerca de que no se puede confiar en los socialistas y de que los comunistas son comeguaguas.   Es que la candidata presidencial de la DC denunció que la candidatura del senador filoradical se estaba izquierdizando y prueba de ello sería que su vocera es una: “Chica comunista”. Pero esa postura confrontacional y arrogante que le han sugerido asumir no es algo que la Goic haga de buena gana, sobre todo si desde que irrumpió en política se caracterizó por cultivar un carácter dulce y conciliador; por lo que esta nueva Carolina agresiva como que desentona con esa armónica retórica de la concordia tan propia de la estética democristiana que ella siempre ha propiciado. Volverse, entonces, de pronto una tipa rapaz, salir a rapiñarle a Guillier los  indecisos de la centro izquierda e independientes, no es algo a lo que Carolina deba estar acostumbrada;  ad

Los hijos de Lagos

Se acerca el Día del Padre y los chilenos y chilenas ya piensan en el regalo o saludo que darán a sus progenitores y será también momento para recordar a los ausentes. Hace años la lectura obligada de los estudiantes de la carrera de Servicio Social y Antropología era el clásico de Óscar Lewis “Los hijos de Sánchez”, que describe la pobreza como forma de vida en una familia típica de los sectores campesinos marginados de México, ejemplificada en la vida de Jesús Sánchez y las relaciones que tenía con sus hijos. El libro fue llevado al cine en una película con el mismo título y el rol protagónico lo interpretó el actor mexicano Anthony Quinn. En la franca electoral televisiva de la última campaña presidencial argentina la lista del Movimiento Socialista de los Trabajadores presentó un singular spot en que se mostraba a Carlos Saúl Menem en la sala de partos pariendo a los mellizos Mauricio y Daniel, tras lo cual una voz en off señalaba “Macri (Mauricio) y Scioli (Daniel) son h

Con Bob Marley en el Estrecho

Cada cierto tiempo me topo con Bob Marley en Punta Arenas, la última vez fue una mañana de martes en la esquina de Roca con O´Higgins y con el Estrecho de Magallanes de telón de fondo, estuvimos casi media hora charlando, su tez morena lucía pálida a causa del frio, eso sí andaba afeitado y de sus trenzas rastafari no quedaban más que unos minúsculos rulos, a lo mejor por culpa del viento. Siempre es agradable conversar con Bob, más, todavía, para mí que apenas emito guturales monosílabos, se le veía feliz y desatado por la futura legalización de la marihuana. Como otras veces, cariñosamente, se burló de mí y de mi conservadurismo hipócrita, porque soy de aquellos que fumó, y no de los que dicen que sólo una vez y no le gustó, sino al contrario, así como Scott Kelly hace poco se convirtió en el astronauta estadounidense que pasó más tiempo en el espacio, yo estuve a un tris de cumplir una década volado hasta que tuve que aterrizar, no tiene caso preguntarse si fue a tiempo o no.

La historia de un joven llamado Audicio

La primera vez  que Carlos Alberto Audicio Carrillo  traspasó el paso  fronterizo de Monte Aymond e ingresó clandestino a Chile para ver a sus padres, lo hizo conduciendo un camión argentino. Estaba el tanto que hacía unos años, el sábado 3 de noviembre de 1973, si mal no recuerda, su juvenil rostro de 19 años fue publicado en el matutino La Prensa Austral de Punta Arenas, junto a los de otros cinco jóvenes, como peligrosos extremistas buscados en Magallanes, cual rótulo de forajidos del Far West. Él, por fortuna se había ido a la Argentina días antes, dejando atrás familia, afectos y sueños, de equipaje portaba la incertidumbre de un  chico que nunca había salido de casa y el tango “Adiós pampa mía” que se escuchaba por la radio del bus.  Cuando decidió partir se despidió de sus amigos del barrio y compañeros del Liceo Industrial con su acostumbrado “¡Chao Vieja!”. Entre ellos Pablo Jeria y el  Jano Olate que, posteriormente, serían detenidos y enviados a Isla Daw