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Mostrando entradas de agosto, 2017

El Catch, Werther y Netflix

Trato, sin mucho éxito por cierto,  advertir a mis hijas ir por la vida con cuidado, porque una cosa es la realidad, si acaso esta existe, pero otra muy diferente la ficción, aunque en ocasiones sea esta última la que, porfiadamente, nos parece que persiste. Es que la ficción puede convertirse en mito, un habla, como analizó Roland Barthes, entre otras cosas, con El Catch.   Con la serie "13 Reasons Why" ocurre algo singular, no faltarán quienes quieran regularla e, incluso, prohibirla porque denuncian que contribuiría a incitar el suicidio juvenil y  se busca vacunar a los jóvenes de todos los males posibles, entre estos del virus  de matarse con mano propia.   Cabría preguntarse, entonces, si el "Werther" de Goethe hubiera sobrevivido estos esterilizados días pero, para tranquilidad de Goethe, su novela habría pasado piola, pasa que leemos poco, preferimos Netflix, lo cual más que una deficiencia del actual país que vivimos es una tremenda ventaja porque &quo

Dominga y las pensiones

No entiendo  el porqué me dicen que ando extraño, como divagando, ni que fuera atrevido contra el sano juicio afirmar que sí somos consecuentes así como se debiera aprobar el proyecto de Minera Dominga, lo mismo debiera ocurrir con un cambio del sistema de AFP y volver al sistema de reparto Porque si se tomara en cuenta la opinión de los habitantes de La Higuera que parecieran estar convencidos de las ventajas laborales y económicas del citado proyecto minero, con una vida útil de no más de treinta años periodo en el cual  habría un radical desarrollo de la economía local  y mejoraría la calidad de vida de los habitantes de la comuna, aun cuando acabada Dominga el impacto medioambiental de un proyecto de tales dimensiones tendría repercusiones graves para el futuro en la biodiversidad de la zona. De igual modo para los actuales cotizantes el volver a un sistema de reparto debiera traer mejores pensiones, elevando el poder adquisitivo de los jubilados al nivel de milicos y paco

Afectos de vagón

Una de las cosas entretenidas de viajar a Santiago es sentarse a ver pasar los vagones del Metro, pero de que un viaje en uno de estos iba a cambiar mi vida familiar nunca lo hubiera creído, ni aunque me lo hubiesen leído al tirarme las cartas del tarot. Este verano estuve con mi familia unos días en Santiago sufriendo del calor y viajando en Metro que para mis hijas, en especial Julieta, la mayor, debe ejercer una extraña fascinación, casi su objeto inanimado amigable preferido, tanto o más que su smartphone, aclaro eso sí que sólo lo conoce en verano y nunca en el periodo de mayor atochamiento post Transantiago, mejor para ella porque sería frustrante, peor que desilusión amorosa.  Es que al igual que para muchos magallánicos el Metro le resulta extraordinario, y no sólo porque permita desplazarnos por esa metrópoli que la  imaginábamos cuadrada como tablero de Gran Capital con casas cartón y edificios de plástico. Pero a mí, que por muchos busqué consciente o no ser sub

Mamo y el fraile

Un informe del Departamento de Inteligencia de la Defensa de Estados Unidos, de mediados de los años setenta señalaba que, por ese entonces, existían tres poderes en Chile: Pinochet, Dios y la DINA. El año 2012 la periodista y escritora chilena Irene Geis, publicó un libro sobre la Inquisición y confesó que al escribirlo tuvo en mente las atrocidades cometidas durante la dictadura chilena. Tanto el informe de la inteligencia americana, como "La pasión de Torquemada" de Geis, confirmarían, a su modo, el oprobioso organismo de seguridad de la dictadura militar, símil del sistema inquisitorial europeo. Lo anterior por cuanto el manto de horror y sangre que cubrió las comarcas de España, valga recordar que en Valencia, Cataluña y Aragón temblaron ante la polvareda de muerte dejada por negras sotanas, tanto que en solares, plazas, puertos, corrales bajo los olivos y naranjales, una palabra estremecía  a los españoles. Un nombre. Un sólo hombre: ¡Torquemada! Asimismo cinc

Romanticismo electoral

Aclaro que no lo digo yo, que soy un bruto, pero muchos consideran que  en la  vida del ser humano no puede estar ausente una cuota de romanticismo, aunque sea del barato. Alejandro Guillier debe ser, entonces, el prototipo del romántico empedernido, un caballero de aquellos que abren la puerta del auto para que suba la pareja o le envían flores sin que medien celebraciones, solo por el placer de halagarla. Porque Alejandro debe escuchar las canciones de Roberto Carlos  y más que “Cóncavo y convexo” su preferida debe ser: “Ese tipo soy yo”. Por eso, y sólo por eso, quizás lo de llorar falsa pobreza en tiempos electorales recurso tan propio de  la otrora Concertación y hoy Nueva Mayoría, no es lo suyo, ya que en lugar de lamentar que la banca no le preste dinero para financiar su campaña, que es como añorar esa “Belle Époque” en que las empresas privadas aportaban a las campañas electorales dineros a diestra y siniestra  (nunca fue más explícito el dicho), debiera mejor esta

Temuco travestido de Mall

Cansada y descompensada por el aletargamiento de las conciencias, la ciudadela duerme bajo los efectos del soporífero demoniocrático inyectado por el gobierno concertacionista. Aliviados de la dosis responsera neoliberaldemocratasocialmercadotecnocratacristianomarxistalaico escupimos al tacho de basura, a la bolsa negra los desperdicios, jeringas, ampollas, chatas arrancadas a médicos, congresistas,  burocráticos, empresarios, puristas,  academicistas, marqueteros.        Exhalamos...exhalamos, sobre los durmientes del Ferrocarril a Quién Sabe Dónde y vagamos en galaxias noctámbulas en el Universo de Pesadillas. Enormes  telescopios atómicos solares, censores internos de nuestros sueños, orbitan, escrutan, escaneando las páginas en blanco de nuestras noches. A  trillones de Megahertz, el Desensueño Webb navega en el ciberespacio, purga y engrosa las páginas de la Internet humana, programado desde tierra por computadoras que marcan el paso, por lobos con  perfil de alguaciles, she

Extraviado

Cogió el sobre con la mano derecha y lo colocó en el bolsillo derecho de su pantalón. Salió apresuradamente de la oficina sin despedirse de Sofía. Tomó el metro y se bajó en la estación Universidad de Santiago. Subió corriendo las escaleras empujando a varias personas. Una llovizna lo recibió a la salida del metro. Se arremangó las solapas del abrigo, trotó hasta llegar el terminal de buses interurbanos, Compró un pasaje para Algarrobo y subió al bus que iba casi vacío, se acomodó en el asiento que prefería, el del pasillo a la mitad del bus. Era precavido, conocía las estadísticas que en los accidentes del transito las víctimas eran siempre los pasajeros de los asientos de las ventanillas y sobre todos los primeros y últimos asientos. Tuvo intenciones de mirar la Alameda a la seis de la tarde, se limitó a echar un vistazo levantando el cuello desde su asiento, la llovizna había cesado y las luminarias comenzaban a encenderse, miró su Seiko, las seis y cuarto. Con su mano derecha

Arte tuitero

Si para Julio Cortázar en la lucha por atrapar al lector:  “El cuento gana por nocaut, la novela por puntos”,  la victoria del tuitero será por “un combo a la maleta” .

Política

Nadie puede dudar que los tipos del Frente Amplio son cabros aplicados porque no pasó mucho tiempo para que se graduaran de políticos, ya que lo de buena onda y todos juntos como Los Jaivas, duró menos de previsto y esa manoseada oposición  nueva/vieja política  resistió mientras no estén  en juego genuinas y validas ambiciones personales electorales. Pero si el Frente Amplio no arregla su entuerto pronto corre el riesgo de tener  un desmadre suicida, considerando que cuando se es joven no se tiene conciencia del peligro y recientes estudios de violencia juvenil en nuestro país han constatado que los chicos se han vuelto más violentos. Porque quizás en el fondo haya solo una milenaria, sucia, atractiva y exquisita política, pero si no fuera por ella vaya a saber dios dónde diablos estaríamos.   Hoy me sucedió algo peculiar, pensé que nunca me iba a pasar, pero mientras caminaba de regreso del trabajo a casa me vino un aire, o algo así,  como si añorara a Lagos ¿Debería pre

Miedo Mayol

El miedo es una emoción que paraliza o hace tomar decisiones erradas, cuando un político siente un temor tal que es superior a sus fuerzas, lo obsesiona, no lo deja vivir, percibe que corre peligro su zona de confort y tema competirle, ese miedo, entonces, tiene apellido, es un miedo Mayol. Lo anterior le debe ocurrir a Giorgio Jackson y su bandita frente amplista, para quienes Alberto Mayol es el Cuco y recurrieron a artimañas propias de los mejores tiempos de la Stasi y de control de cuadros para, inquisitivamente, bajar la  candidatura del sociólogo al Congreso por el distrito 10, y por cualquier otro. Acusan a Mayol de andar asustándolos con eso de " ¡Buuhhh se viene el viejo del saco!"  a embolsarse sus votos, pero como ese argumento sería motivo de burla nacional lo disfrazaron con que Mayol sería misógino y por mensaje de voz habría agredido verbalmente a una compañera de conglomerado, lo cual, como el tema de género esta en boga, dejarlo casi como un símil del di

Monseñor, Francisco y el Juaco

No hay caso, cada acto, gesto o palabra de Joaquín Lavín lleva impreso un componente religioso que  por más que  trate de disimularlo lo diferencia del resto de los mortales, elevándolo a esa categoría de creyente devoto que lo acerca más a la santidad que cualquiera de nosotros meros paganos quienes muchas mañanas evitamos mirarnos al espejo para que no nos devuelva un distorsionado espectro, ya que  pasmados solemos confundir el carbono de las tostadas con el olor a azufre de la cola del Cornutti que nos hace fingir arrepentirnos por la juerga anterior, las chuchadas dichas al compadre, la sonrisa hipócrita y cínica cortesía con que tratamos al huevón mala onda de la pega, el falso cariño deparado a nuestras señoras, la injusta cachetada que le dimos a nuestra hija porque interrumpió justo cuando Pinillla lograba por fin meter un gol, la lascivia mirada al traste de la mina del amigo o la enfermiza envidia con que añoramos el puesto de nuestro colega, pero el arrepentimiento no alca

Botas, botines y bototos

Uno de los secretos mejor guardados en el mundo castrense y del cual hay un código del silencio, en eso los milicos dan cátedra, es la técnica que utilizan para lustrar sus botas y que luzcan siempre de un negro reluciente. Porque de todo los cargos que le entregan al recluta al ingresar al mundo militar, más importante incluso que el fusil, la gorra o el casco, son las botas; calzarlas es formar parte de un mundo especial, si pusiéramos en una larga hilera a todos los soldados, clases y oficiales del país con sus botas puestas y para identificar el grado de cada uno sólo nos permitieran ver las botas, no podríamos distinguir si pertenecen a un general, sargento o conscripto, porque en su uso no hay jerarquía, ni diferencia, son todas iguales, casi pie de comunistas. No sucede lo mismo con otros calzados como los zapatos de las tenidas, igual cosa imagino que ocurre con el lustrado los pelaos limpian las suyas, parecen que los suboficiales también pero, no estoy seguro, si la ofic

El artefacto de Pali Aike

Soy de esos tipos en constante lucha con su chata cotidianidad, de los que andan pensando que un acontecimiento extraordinario le sucederá, quizás, inconscientemente, desee vivir el Apocalipsis, pero no sobrevivirlo; ser partícipe en la Ruta 9 de Punta Arenas a Natales de un avistamiento ovni, pero con el miedo que le tengo a los aviones no me gustaría para nada ser abducido. Así voy, como Tilusa: “Caminando por la corteza terrestre”, esperando que ocurra “ algo”, alimentando una ilusión que, como es lógico, hace más dolorosa la ordinaria frustración. Tal vez si fue mi madre, una profesora normalista jubilada, quien me enseñó a cultivar la quimera, ella falleció convencida de que un día el Estado pagaría la deuda histórica que, a esa altura, era ya prehistórica.  Como busco participar del asombro y de las frustraciones soy resiliente, algún día lograré comprender fallos judiciales extraños o, al menos, imperará la justicia mediática y popular ; o a lo mejor Madonna querrá conocer

El poético sufragio censitario

Me encontré con un poeta a quien siempre le he reconocido rasgos esquizoides, y no porque crea que está influenciado de la obra "Esquizo" de Gonzalo Rojas, si bien el tipo se declaraba de izquierda fue enfático en señalarme que se debía volver al voto censitario, me quedé intrigado y busqué de que se trataba aquello, ahí supe que es el sistema electoral  en el cual unos pocos sufragan, “sólo los que saben”, le había escuchado decir al vate por lo que imagino que piensa que él sería uno de ellos. Pero también me interioricé del sistema prusiano de tres clases, en que valen más los votos de los ricos que tributan, a mayor tributo mayor valor porcentual del voto.  Pensé que tal sistema era un buen gancho para que los sectores potentados del país pudieran aceptar la Reforma Tributaria, como poca  gente está interesada en votar no sería difícil implementarlo en el país, a sabiendas que sus votos valdrán más en las próximas elecciones los empresarios aceptarían encantados la

Bitácora para un tur en sepia

La culpa es de Roberto, Sandra ¡cómo si no hubiera nadie más para ir a cubrir lo de Chihuio!  Y no le dije ¡qué rico güena onda, vuelvo al sur! Cómo de seguro piensas. Lo siento, Sandra, en la legal comadre, lo siento, esta noche  no va  poder ser. Pero ni siquiera te interesó saber a que iba y con un  seco y  sarcástico Oka, celavi cortaste la llamada. Una hora para llegar a Tur Bus e igual que siempre antes de viajar me atacan los nervios. Calma, relax, relax , la libreta, varios lápices, buen hábito copiado al profe Faundes, grabadora, pilas, cassettes, ¿Está todo? ¿Falta algo? ¿No? A Chihuio sin todavía comprar boletos. Salgo corriendo de la revista. ¡What moment! Pasar por casa. Busco el citizen, 19:30. Bus a las ocho. -Taxi, Taxi. Alameda 1200, puede ir más rápido porfa. Me espera cinco minutos- Ascensor en el octavo. -vamos, vamos, baja, baja-.El uno se ilumina aprieto el siete. Miro el 704. Abro y el Caos. Calcetines. Calzoncillos, hacia el armario. -¡La zenit !. Mierd