En la península ibérica se habla de la España vaciada para referirse a esos pueblos rurales que fueron quedando solitarios y con una población envejecida luego que los jóvenes emigraran a los grandes centros urbanos en busca de mejores expectativas de vida. En el siglo XX, se produjo en la Araucanía un éxodo de mapuches desde sus comunidades a las grandes capitales regionales para apartarse de lo rural y en búsqueda de los beneficios de la vida urbana, ya sea educación o trabajo, surge entonces el estereotipo del mapuche panadero o nana. Temuco, Concepción y, especialmente, Santiago fueron las ciudades preferidas, formando nuevas familias con un lazo, más que cultural, sentimental y familiar hacia sus comunidades de origen. Con la Ley Indígena de Patricio Aylwin despertó en esos citadinos un auto reconocimiento hacia lo mapuche que antes, ya sea por temor o vergüenza, negaban y comienza a hablarse del “mapuche urbano”. Según el último censo en la Araucanía cerca de un 35% del total
Crónicas, columnas, semblanzas y otras escrituras ideológicamente falsas