Claudio Borghi comentó que cuando era entrenador de Colo Colo, antes de un partido trascendental se encontró con el entrenador del equipo contrario que le dijo “Claudio, nosotros no vamos a respetar el Fair play, porque no le creo a tus jugadores, ni a los míos”.
En su última columna
del suplemento Crónica Constitucional de El Mercurio, Carlos Peña, explicó que ante el plebiscito de
salida el gobierno si bien no puede ser neutral, debe ser imparcial.
Ejemplificó lo
anterior con que un juez puede pensar con antelación que el acusado deba ser
absuelto o bien condenado, pero debe actuar con imparcialidad, equilibrar la
balanza y apegarse a las reglas. Igual cosa sucedería con el árbitro de
un partido de fútbol, puede desear que triunfe el equipo de sus amores en un
partido que justo le toca arbitrar, pero no por ello dejará de aplicar el
reglamento y ser imparcial.
Nunca escuché que un
juez verbalice su opinión antes de que termine el juicio, de hecho, suelen
abstenerse de dar opiniones personales que no sean jurídicas y solo
cuando los
árbitros de futbol están jubilados revelan con cual equipo simpatizan.
El Presidente Boric,
dijo que votará apruebo en el plebiscito de salida, es un ferviente hincha de
tal opción, tal cual se sabe es del Club Deportivo Universidad Católica.
En el supuesto caso
que el presidente Boric sea árbitro de fútbol profesional y, por esas cosas del
destino -nada de estar arreglado porque la integridad del arbitraje
chileno es a toda prueba- le tocara dirigir el clásico de la UC con la U
de Chile, consultado previo al match diga "quiero que gane La
Católica" y momentos antes del pitazo inicial, después de
lanzar la moneda al aire, mientras los capitanes intercambian banderines y se dan la
mano, los llame a respetar el Fair play parafraseando al gran Leonel con “Que
gane el más mejol”, pero le aflore el hincha que lleva dentro y grite “o sea la UC ¡Vamos
a ganar cruzados!”, tal expresión de deseo, más propia de un barra brava, que
de un equilibrado estilo de pitar ¿servirá para generar en el público la
sensación de imparcialidad, o es solo pecar de sinceridad a un alto costo y dar
pábulo a que esos tipos descerebrados que suelen gritarle "amarillo", ahora le vayan a
gritar “saquero”?
Jaajajaj
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