A varios agradó el desempeño del ministro de Relaciones Exteriores Roberto Ampuero en la Corte Internacional de La Haya, en especial cuando dejó de lado esa postura tipo Vincent Price de su antecesor, afloró su veta de escritor, más que de diplomático y cual Ricardo Lagos, a quien Ampuero admira, enfrentó a Evo Morales y exaltó el sentido patriótico del alma nacional . Al nuevo canciller que hace poco muchos dudaban si tenía dedos para el piano, hoy lo están felicitando de todos los sectores y como ocurre en Chile que ni siquiera pasado un mes del nuevo gobierno asomen candidaturas presidenciales -ahí tenemos a Alfredo Moreno y recientemente a Máximo Pacheco, ambas levantadas más por el círculo rojo (elite) de sus amigos, pero no por los nuevos electores- comenzarán a mirarlo con ojos presidenciables. Ampuero que se dice hombre liberal y debe recoger las buenas ideas de todos los sectores, puede responder con la máxima Pacheco: “Cuando uno está interesado en los asunto
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