Luego del fallo del Tribunal Constitucional, el Ministro de Educación Gerardo Varela, en un apresurado arranque poético,
quizás estaba leyendo a Parra o revisando los textos escolares, dijo que
"el artículo 63 no es vital para el corazón del proyecto, sino que por el
contrario, el lucro con esta ley tiene su funeral, han cremado el féretro, han
tirado sus cenizas al mar", lo de arrojar sus cenizas al mar sonó
como homenaje póstumo por lo que es dable imaginar que la tristeza inunda
el ánimo del ministro.
Sin embargo, una lectura
simplista pudiera discrepar de la opinión del ministro
y considerar que, al revés de lo que sostiene Varela, el fallo del Tribunal Constitucional permitirá todo lo contrario, es
decir, renacerá la danza de los vampiros
o chupasangres de la educación y está por verse si será en horario
vespertino o "a todo evento".
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