El jugador argentino Lautaro Martínez
la está rompiendo en Racing Club de Avellaneda, tal como su tocayo Lautaro
Acosta hizo lo mismo el año pasado en Lanús.
Es que Lautaro es uno de los nombres
preferidos en Argentina, no sé si igual cosa ocurrirá en Chile, a no ser para
nombrar alguna calle, pueblo o regimiento y eso que Lautaro fue nuestro
nativo más memorable.
Es curioso como en pequeñas cosas se
demuestra nuestra idiosincrasia, al paso
que vamos en el mundo del futuro van a creer que Lautaro era puelche (mapuche
de Argentina). Había pensado incluir también el nombre de Nahuel, pero no tendría mayor
sentido, Nahuel Guzmán es arquero y los Lautaro son delanteros.
Aunque conozco pocos Lautaro y el de apellido
Carmona del PC no sé si cacheñea algo, creo que para el recambio generacional
de futbolistas de la selección chilena, lo más natural del mundo sería que el
futuro Presidente de Chile implantara la política deportiva de promover
que del 11 de marzo en adelante las madres
bauticen a sus hijos como Lautaro, ya que con los Bryan, Byron, León, Agustín, Borja o Iñaki como que no está resultando.
Porque en lugar de que ya sea por jus
sanguinis, avecindamiento o por gracia nos veamos obligados a nacionalizar
extranjeros, más rápido sería cambiarle el nombre a los cabros chicos
connacionales no solo no aseguraríamos que más de alguno salga bueno para la
pelota sino que, también, daríamos cumplimiento al Convenio 169 de la OIT. Ahora bien si alguno se inclina por Lautaro Alexis está claro que ese chico sería espectacular.
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