Por orden de un fiscal la PDI allanó la oficina de un ministro de Corte de Apelaciones y en un compartimiento de su escritorio habrían encontrado elementos de brujería, vudú y magia negra. Un amigo letrado pregunta mi opinión al respecto, le digo que tal Ministro no debería preocuparse porque hasta lo que yo sé el último juicio contra brujos aconteció en nuestra Madre Patria, la Isla Grande de Chiloé, y fue contra los miembros de la Recta Provincia, esa agrupación de brujas y brujos chilotes que se dividían el territorio de la isla y el archipiélago. Pero hoy la brujería, como práctica cultural intima, secreta, no es un delito, desearle el mal a una persona es más antiguo que el hilo negro, aunque sea vista como un tabú no sé si aquello se pueda calzar en un actuar con dolo. Si el juez la practicaba poco resultado le daba porque en los próximos días sería formalizado, pero no por brujo sino por prevaricación y enriquecimiento ilícito, en base al código procesal penal y no
Crónicas, columnas, semblanzas y otras escrituras ideológicamente falsas