Escritos de un Decrépito Burgués

  Dicen los antiguos que en las campañas políticas de antes candidato que no sabía el precio de un kilo de pan o qué se podía comprar con 100 escudos estaba acabado.   Al candidato Boric, cuando quiere pasar por economista, le suelen traicionar las cifras sobre todo si, como confiesa, tiene revoltijos de números en su cabeza, cuando uno lo escucha es como si ceros, unos, tres y nueves se le escaparan de la boca, nariz y orejas. Le sucedió ahora cuando explicó que en su futuro gobierno establecerán medidas impositivas para el sector de mayores ingresos del país.  “Estamos hablando del 1% más rico, ingresos sobre 1.000 UF en el caso de las empresas, pero es un sector muy minoritario de la población", dijo .   El equívoco del candidato Boric -1.000 UF son ganancias de empresas pequeñas- se evitaba con que más que enredarse con cifras hubiera dicho que subirán los impuestos a las empresas cuyos dueños residen en y sobre la Cota Mil.  Ahora bien, el periodista que le corrigió,

  Fue Fernando Atria de los primeros en acuñar el término “Presos de la Revuelta”, para referirse a quienes cometieron actos vandálicos y delictuales durante y después del 18 de octubre de 2019, a quienes se les debería indultar por cuanto no serían más que revoltosos imbuidos de un sentimiento ulterior romántico e idealista, casi unos héroes de primera línea.  A raíz de la violencia suscitada tras la segunda conmemoración del 18 de Octubre, Atria, que por lo visto no comulga con la Teoría de la Revolución Permanente de Trotsky, tal parece que se volvió estalinista y ahora dice que se debería excluir de un eventual indulto a quienes cometieron los hechos violentos de anoche, porque para el compañero Atria, por arte de birlibirloque, los que hasta ayer no eran más que idealistas revoltosos, hoy serían el lumpenproletariado como los llamó Marx. 

Está más supersticioso que creyente, como para justificar esa tentación de Diógenes de   meter a su morral   chucherías y cachivaches que se encuentra de repente, porque además de   su radio grabadora a pilas, sus lentes para la presbicia, tres pen drive de memoria y el manojo de llaves, lleva consigo una canica tricolor, dos dados, uno amarillo y otro azul, tres piezas de rompecabezas pequeñas, un diminuto trocito de lapislázuli y, su última adquisición, una rugosa carta del tres de espadas de naipe español que encontró en el suelo del estacionamiento del supermercado,   cuando la vio tirada pasó de largo pero, al llegar a su auto, no se aguantó y se devolvió a recogerla. Es que José María cree, al igual que   Fernando Savater, que “ Con la vejez la vida se convierte en un deporte de riesgos” , sobre todo si luego de la reciente visita al cardiólogo le dio por convencerse que, a pesar de ser un tipo si se quiere todavía joven, moriría de un infarto repentino y doloroso, por lo que e

  No queda claro si la carta del señor Gerardo Varela, ex ministro de Educación del Presidente Piñera, que El Mercurio titula Caja de Pandora o hilo negro,  es una defensa tenaz o un ataque artero al actual mandatario, porque  según Varela " Ciper no abrió  una caja de Pandora sino que -cual mago de cabaret-sacó unas flores marchitas de un sombrero viejo y quiere que lo aplaudan".   Y no es porque uno se las venga a dar de filósofo para sostener que  “la escala de la virtud política no es equivalente a la escala de la riqueza",   como señala Carlos Peña en su columna  “Piñera riqueza ¿y virtud?”, publicada el 19 de marzo 2017 en El Mercurio o, de puro envidioso, se crea a pies juntillas aquella frase atribuida a Balzac, de que detrás de toda riqueza se esconde un crimen, sino más bien como son archiconocidas las históricas pasiones bursátiles que en el transcurso de su vida se apoderaron del Presidente Piñera, recae en su figura una  "Sospecha condescendiente",

  ¿Estaré meado de perro, digo yo? ¿Se me habrá cruzado un gato negro, digo yo? o ¿deberé ir donde una Meica para que me saque el empacho de ser tan abatatado, digo yo? Resulta que por torpe en la consulta del kinesiólogo ejecute mal un ejercicio y me desagarré el muslo y por la magia bioquímica de anticoagulantes sangró más de lo apropiado, una espantosa mancha pardo rojiza colorea la pierna y aunque solo pinté palotes, ahora conozco otras tonalidades del rojo, rojo sangre,amarillo, verdoso, azulado, anaranjado, violáceo. No suficiente con lo anterior, ayer durante la reunión derramé el vaso de agua en los papeles del jefe y cuando volví al hogar como el dolor del muslo me inquietaba decidí ir a la clínica, al salir me pegué en la frente un portazo, afloró un pequeño chichón que, también, estará amoratado. Como a estas alturas de mi vida no me voy a lamentar, prefiero escuchar Helpless de Neil Young *, se me ocurrió quizás que necesito limpiar el mate, convencerme que si quiero