Como ya no resultarían cachivaches ni cuentas de colores, algo los sudacas nos hemos informado, un grupo de países europeos, liderados por el presidente Macrón de Francia, preocupados por la situación del Amazonas, el pulmón verde y reserva de la biodiversidad del planeta, hoy presa de las llamas, pretenden tener un nuevo estatuto administrativo para la Amazonia, una especie de protectorado internacional, europeo, por cierto, que vigile y proteja esos territorios. La idea es rechazada por el presidente brasileño Jair Bolsonaro, porque denuncia que tras ese espíritu altruista se esconde un afán neocolonialista, propio de los europeos que quieren poner sus manos en el Amazonas y no para apagar el fuego solamente. A Bolsonaro se le puede cuestionar su discurso homofóbico, racista y que utiliza su iracunda verborragia discriminadora para ocultar su ignorancia, pero en este caso algo tiene de razón, porque nosotros no toleraríamos que a Europa se le ocurra establecer un protectorad
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