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Votar con la "guata"


Como bien dice Joaquín García Huidobro en su columna "los errores son de Macri", no se puede extrapolar a Chile lo que sucede en Argentina. Pasa que aquí no existe nada como el peronismo, que mantiene una amplia adhesión social, movimiento creado por un militar que miraba con simpatía al fascismo, pero eso los peronistas prefieren callarlo. 
Pudiera ser que la victoria de FyF (Fernández y Fernández, no Felices y Forrados, por cierto) sea lo mejor que le pudiera ocurrir a nuestro  país, no olvidemos que  Cristina  en su libro "Sinceramente" le dedica un párrafo al mandatario chileno, más inclusive que a Bachelet, de Piñera dice "es de derecha, pero muy simpático..." y  hoy se sabe que las emociones guían nuestras decisiones.
Tanto es así que la mañana del domingo de las PASO, escuché por Radio Perfil de Argentina, una entrevista al neurocientífico trasandino Facundo Manes, quien expresó que se vota más por las emociones, que por la razón.
Y razón tenía Manes porque el triunfo fue aplastante y sorpresivo, aunque no tanto si se consideraba que con la grave crisis económica del vecino país, el dólar en alza, la inflación rampante,  el país endeudado, fuerte disminución del poder y un tercio de argentinos viviendo en la pobreza, el oficialismo sumaba una tras otra derrotas en las elecciones a gobernadores durante el año.
Se cuenta que los antiguos griegos creían que el centro de las emociones estaba en el estómago, el hígado precisamente, y si algo dejó en claro estas elecciones es que los hermanos argentinos votaron con la “guata”, lo sorpresivo hubiese sido que ello no ocurriera.
El error de Macri, y quizás de su asesor el ecuatoriano Jaime Duran Barba, cosa extraña en este último por cuanto si uno revisa sus libros “El  arte de Ganar” y “La política en el siglo XXI”, allí Duran Barba, resalta el valor de las emociones para ganar elecciones, más que la oferta programática de los candidatos que nadie lee. 
Pero hay que darle un último crédito al asesor presidencial, que se le vio esta semana en Ezeiza tomando un vuelo de regreso a Ecuador, en el libro autobiográfico “Duran Barba, El mago de la felicidad”, del periodista Andrés Fidanza se menciona que al parecer en abril del presente año, Duran Barba habría incriminado  al ministro de Hacienda y al presidente del Banco Central argentino porque: "se metieron en la heladera de la gente".
Aunque le costó, Macri reconoció en parte sus errores, poco faltó para que cogiera una guitarra, lamiera sus heridas e intentara refugiarse en el folklor argentino entonando “Las penas son de nosotros”, porque los votantes, son ajenos.
Pero sobre la importancia de la emoción en política dio también cuenta Alan Rusbridger, el ex director de The Guardian, en una reciente entrevista publicada por el diario español El País, señaló: “La emoción está superando a la razón en el mundo. Los políticos que tienen éxito son los que sabe apelar a las emociones. Trump es un fenómeno en ese aspecto”.
La lección para la política chilena es clara, Joaquín Lavin, no debería, entonces, preocuparse,  porque es un tipo agradable y ¡ojo! que no lo encuentra simpático solo la  señora Juanita, sino que hasta Eugenio Tironi expresó: “me hubiera gustado que Lavín fuera de izquierda”.

Comentarios

  1. Lavin es el cuco. Cero emoción, es la derecha dura, el Opus que se debe dar algunos azotes.
    Chile es un país de izquierda que ha devenido en caldo de cultivo de una política de instintos básicos para optar por algo. Chilezuela es la prueba de ello.

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