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Protectores

Como ya no resultarían cachivaches ni cuentas de colores, algo los sudacas nos hemos informado, un grupo de países europeos, liderados por el presidente Macrón de Francia, preocupados por la situación del Amazonas, el pulmón verde y reserva de la biodiversidad del planeta, hoy presa de las llamas, pretenden tener un nuevo estatuto administrativo para la Amazonia, una especie de protectorado internacional, europeo, por cierto, que vigile y proteja esos territorios. 
La idea es rechazada por el presidente brasileño Jair Bolsonaro, porque denuncia que tras ese espíritu altruista se esconde un afán neocolonialista, propio de los europeos que quieren poner sus manos en el Amazonas y no para apagar el fuego solamente.
A Bolsonaro se le puede cuestionar su discurso homofóbico, racista y que utiliza su iracunda verborragia discriminadora para ocultar su ignorancia, pero en este caso algo tiene de razón, porque nosotros no toleraríamos que a  Europa se le ocurra establecer un protectorado para los parques Torres del Paine, Cabo de Hornos o Juan Fernández, solo por nombrar tres de las 10 reservas de Biosfera que tiene Chile. 
Tampoco ni Chile ni Argentina aceptarían que le impongan uno para Campos de Hielo Sur, la tercera reserva de agua dulce del planeta, hasta el verde Girardi se opondría, y eso que él se ve a sí mismo como un ciudadano del universo y quisiera gobernar Marte.
A inicios de los 80 con el triunfo de la Revolución, el Frente Sandinista de Liberación  Nacional nicaragüense, impulsó la reforma agraria con el lema zapatista "La tierra es para quien la trabaja", los indígenas miskitos comenzaron a ser expulsados de sus territorios para establecer allí el campesinado revolucionario, pero ocurrió que los miskitos se opusieron  y señalaron que la tierra no era para quien la trabaja, sino que la tierra era de ellos y como forma de resistencia organizaron la Contra revolución, que posteriormente sería financiada por la CIA.
Si a alguien pertenece la Amazonia, no es al planeta, primero es a los indígenas que la habitan, luego a los brasileños, pero nunca al colonizador europeo, aprendimos en la escuela que de aquellos nos independizamos hace rato o, al menos, eso creemos.

Comentarios

  1. Siempre he sido de la idea que la tierra es de todos los que en ella habitamos.

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