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Mostrando entradas de diciembre, 2017

El consuelo de ser diferentes

Era lógico que sucediera y, como tal, aconteció, lo extraordinario hubiese sido lo contrario que hace una semana atrás Alejandro Guillier ganara la segunda vuelta presidencial. Pero tan normal fueron los resultados que Sebastián Piñera resultó vencedor en casi todas las regiones del país, con excepción de Aysén y Magallanes, estas dos últimas que en su primer periodo como gobernante protagonizaron las más masivas y potentes movilizaciones y protestas sociales que desde retornada la democracia se tenga memoria no solo en la tierra del viento y coirón, sino también en el país. Los resultados de la elección junto con reafirmar una identidad y diferencia de los patagónicos con el resto del país, permite a las izquierdas locales pasar el trago amargo de la derrota que, a nivel nacional, les propinó la derecha, el caso es que no les sirve para nada más, puesto que haciendo un símil con la primera vuelta los votos de Aysén y Magallanes son como la suma de los de Artes y Navarro, es decir

El mate de Peña

C omparto en gran parte lo manifestado en la irreverente columna “Los peligros del mate” que publica este día de elecciones Carlos Peña en El Mercurio, ello por cuanto si bien casi toda mi vida he convivido con el mate, soy natalino nací y viví a 27 kilómetros de Argentina donde se bebe el amargo, luego me fui a Temuco donde los  mapuches lo prefieren con azúcar, regresé después a Punta Arenas, donde también se consume, sin embargo, nunca sucumbí a dicho brebaje, lo más cerca que estuve de caer en su adicción fue cuando me las daba de innovador y lo mezclaba con  ramitas de éter, pero eso en el fondo ocultaba otra intención. En mi hogar, Yislén es la única que suele sorbetear la yerba, porque lo es que a mí no es que no me guste,  pasa que soy cobarde me sube la presión, revuelve las tripas y trae consigo soberana colitis, a lo mejor, sin saberlo, llevo en mi organismo un germen liberal que mezclado con mate resulta fatal.

Críptico

Como algunos optaron hacerlo mediante carta abierta, otros a través del blog, hubo quienes se valieron del tuit, no faltó quien utilizó la prosa poética o se inclinaron por las columnas, por lo que en su caso, para no ser menos, piensa si escribirlo en el aire o intentar con el lenguaje de señas.   

El oro de Macarena

Cada uno de los pocos más de 16.000 mil habitantes de Puerto Natales tienen que haber  festejado, una vez más, como suyos el triunfo de la joven atleta natalina Macarena Cárdenas y la acompañaron, simbólicamente, cuando subió a lo más alto del podio a recibir por tercer año consecutivo la medalla de oro en lanzamiento de la bala  obtenida en los Juegos Sudamericanos Escolares 2017 que, por estos días, se desarrolló en Bolivia. Porque no ha sido fácil para la joven atleta del Liceo Politécnico Luis Cruz Martínez de Puerto Natales llegar y mantenerse en el podio más alto del atletismo escolar sudamericano, desde los once años se ha sometido a un duro entrenamiento que ha hecho posible que este año repitiera lo del año 2015 en Paraguay y el 2016 en Colombia, su ejemplo es fiel reflejo del esfuerzo natalino y las etapas de desarrollo que ha debido sortear el pueblo para ocupar un lugar destacado en el ámbito nacional e internacional. Porque si en sus comienzos Natales surgió por i

El pesebre de Michelle

Por estos días, como muchos, incluso el  ateo más contumaz, suele escapárseme un lagrimón, quizás imbuido del pacífico espíritu de "Un Cuento de Navidad" de Charles Dickens, cuyas versiones fílmicas, animadas o no, se repiten hasta el cansancio por los canales de televisión abierta, cable o satelital. Si, he de ser franco, confieso que, no por ser holgazán, pero evito vestir el árbol de navidad ya que siempre trajo para mí cierta tristeza, debe ser que añoro el aroma del Ñirre que inundaba los hogares magallánicos en mi lejana infancia, hasta que Conaf lo declaró especie protegida, prohibió su extracción y como para fortuna nuestra los suelos patagónicos son poco aptos para las forestales no se ven mucho, casi nada, los pino radiata o eucaliptos. Lo anterior, dejó entonces, abierta la entrada a los inodoros pinos de plástico, precisamente, uno de esos arbolitos falsos era los que, por estas fechas, en su eterna soledad hogareña solía vestir lagrimeando mi natalina mad