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El oro de Macarena

Cada uno de los pocos más de 16.000 mil habitantes de Puerto Natales tienen que haber  festejado, una vez más, como suyos el triunfo de la joven atleta natalina Macarena Cárdenas y la acompañaron, simbólicamente, cuando subió a lo más alto del podio a recibir por tercer año consecutivo la medalla de oro en lanzamiento de la bala  obtenida en los Juegos Sudamericanos Escolares 2017 que, por estos días, se desarrolló en Bolivia.

Porque no ha sido fácil para la joven atleta del Liceo Politécnico Luis Cruz Martínez de Puerto Natales llegar y mantenerse en el podio más alto del atletismo escolar sudamericano, desde los once años se ha sometido a un duro entrenamiento que ha hecho posible que este año repitiera lo del año 2015 en Paraguay y el 2016 en Colombia, su ejemplo es fiel reflejo del esfuerzo natalino y las etapas de desarrollo que ha debido sortear el pueblo para ocupar un lugar destacado en el ámbito nacional e internacional.

Porque si en sus comienzos Natales surgió por inmigrantes chilotes que llegaron, tanto de la Isla Grande como del Archipiélago, para trabajar en faenas de campo en la estancias ganaderas de la Sociedad Explotadora Tierra del Fuego; pasó luego a ser  pueblo minero cuyos principales ingresos provenían del trabajo en los Yacimientos Carboníferos Fiscales de Río Turbio, Argentina, distante 27 kilómetros de Natales; sufriendo después, como el resto de las ciudades de Chile, un estancamiento en los años de dictadura; hasta que, con la llegada de la democracia, empezar a crecer con la introducción de las salmoneras; para, finalmente, ¡Alabada seas Madre Natura! optar por la industria sin chimeneas, asumiendo su vocación turística gracias a las bondades que le regaló la naturaleza.

En la figura de Macarena, se expresa, como nadie, dicho proceso evolutivo porque si por años a los natalinos se nos tildó de “Tira Piedras”, tanto que incuso se escribió por ahí una novela histórica “La rebelión de los Tira Piedras” sobre el último levantamiento obrero en Ultima Esperanza, con la tripleta dorada de esta chiquilla dicho mote, por fin, pasará a ser historia, porque ahora “lanzamos la bala”, aunque algunos elucubren que era cosa de tiempo para que ello ocurriera ya que la bala no es más que una piedra grande. 

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