Para un observador europeo la elección de segunda vuelta presidencial le sonará familiar, como estar en Europa, porque los candidatos son Boric Font versus Kast Rist, y no hay entremedio González ni Tapia. Tal lectura de los nombres en la papeleta del voto, capaz dejó a varios en blanco que los llevó a hacer lo mismo con su sufragio. Otros, que en secreta rebeldía en la primera vuelta con más candidatos anularon, si en la segunda no los sedujo que los candidatos se volvieran tan moderados que parecen almas gemelas, ni menos aquello de votar por el mal menor, porque estamos ciertos que el bien mayor es una quimera, por convicción intima a su primer voto quizás votaron igual. A diferencia de otras elecciones, aunque algunos digan que es la elección más polarizada desde el triunfo de Aylwin, me declaro observador participante, tanto que de hecho voté, pero no por ello militante, será gracias a la Sertralina, digo yo, lo cual trae sus ventajas, porque si bien por deformación prof