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Mostrando entradas de enero, 2021

El hombre de lengua ágil

  En medio de la Ruta 9 Sur a orillas del Estrecho de Magallanes, kilómetro 35 y medio sur, a 22 kilómetros de Fuerte Bulnes, vive un hombre de lengua ágil, administra un viejo y modesto boliche con patente autorizada de expendio de licores -aunque aparente cantina clandestina- como abastece, entre otros viveres, ya sea de queso, bebidas o vino, suele entablar amena conversación con parceleros y pescadores del lugar o con cualquier viajero que se detenga a comprar. Hace más de 20 años que Walter Patricio, que así se llama el hombre, cedió su trono del Rey del Completo callejero en Punta Arenas y su castillo emplazado en el puente del Río de las Minas de la céntrica calle Bories, un carro que trasladaba en las noches afuera de las discotecas o que solía  instalar en un punto estratégico durante el Carnaval de Invierno o en cuanto evento masivo se realizaba en la capital austral. Pero, como el trabajo nocturno envejece y es agotador, un día optó por alejarse del bullicio de la ciudad

Con edad de merecer

Como el Frente Amplio, busca candidato presidencial, fijó los   ojos en   Gabriel Boric, su fundador, quien estaría evaluando lanzarse a la aventura emulando a Pablo Iglesias del Podemos en España, porque para muchos en el Frente Amplio, Iglesias, es algo así como un gurú, aunque, por cierto, perdió.  Pero si hace unos años Boric, no vacilaría un instante en querer ser como Pablo Iglesias, hoy con el auge de las movilizaciones sociales debe sentirse más cercano a Juan Grabois, el carismático dirigente social argentino y Boric con ambos, de seguro es de wasapeo y tuiteo diario. Aunque una candidatura presidencial no debe ser algo que le quite el sueño, más aún si tiene asegurada su elección senatorial no solo por Magallanes, sino por cualquier circunscripción que elija, pero como Giorgio Jackson no tiene cumplidos los 35 años de edad, requisito para postularse a La Moneda, es probable que Boric acepte, sobre todo viendo quienes serían sus eventuales contendores. Porque si bien alguien d

¿Al aire libre?

  En una atrayente columna Cristian Warnken, insta a realizar clases al aire libre, cita para ello una carta de Gabriela Mistral, donde la poetisa expresa las ventajas de una escuela al aire libre. Según Warnken “en un país con una geografía como la nuestra, con grandes extensiones abiertas y caminables, bosques, parques, montañas, es imperdonable que nuestros niños y jóvenes estén encerrados ya sea por el confinamiento virtual al que la digitalidad ya los había condenado antes de la pandemia o por los confinamientos a los que la peste obliga”. Su atractiva y poética propuesta tiene, al menos, un par de dificultades para aplicarse. La primera es que  no podría ser igual en todo el país, ni durante todo el año lectivo, porque ya sea otoño o invierno “llueve, llueve sobre Valdivia”, como canta Schwenke  &  Nilo , y a cántaros; el mismo Warnken debe conocer que se moja hasta la ropa interior, se borra la tinta de libros y cuadernos y se echarían a perder los tablet y notebook, ent

Capitolio, bananas y Covid

El ex presidente de Estados Unidos George W. Bush calificó los desbordes del Capitolio, como propios de una república bananera, lo cual, para sudacas o africanos, es una clara alusión a nuestros países. Aun cuando no es diplomáticamente correcto involucrarse en la política interna de otros estados -el gran país del norte ha sido históricamente respetuoso de aquello y nunca propició, financió ni justificó alzamientos- los organismos internacionales de Derechos Humanos, y todos aquellos que hacen de la promoción y el respeto de los derechos humanos su convicción de vida, están obligados, ya sea por ecuanimidad o por decoro, a denunciar la brutalidad cometida por los agentes del Estado norteamericano contra los violentistas del Capitolio, que causó la muerte de cuatro manifestantes; tal cual hubiesen   hecho si el   año pasado los revoltosos de octubre hubiesen tomado nuestro   Congreso Nacional, con víctimas fatales que lamentar,   por suerte, ello no ocurrió, aunque ganas de incendiar