Ir al contenido principal

Capitolio, bananas y Covid

El ex presidente de Estados Unidos George W. Bush calificó los desbordes del Capitolio, como propios de una república bananera, lo cual, para sudacas o africanos, es una clara alusión a nuestros países.

Aun cuando no es diplomáticamente correcto involucrarse en la política interna de otros estados -el gran país del norte ha sido históricamente respetuoso de aquello y nunca propició, financió ni justificó alzamientos- los organismos internacionales de Derechos Humanos, y todos aquellos que hacen de la promoción y el respeto de los derechos humanos su convicción de vida, están obligados, ya sea por ecuanimidad o por decoro, a denunciar la brutalidad cometida por los agentes del Estado norteamericano contra los violentistas del Capitolio, que causó la muerte de cuatro manifestantes; tal cual hubiesen  hecho si el  año pasado los revoltosos de octubre hubiesen tomado nuestro Congreso Nacional, con víctimas fatales que lamentar,  por suerte, ello no ocurrió, aunque ganas de incendiar el congreso no faltaron.

Tras los hechos de ayer en Washington D.C. y, más de un año de vivir en pandemia, el mundo parece que olvidó sus diferencias. Se critica, por ejemplo, que los chilenos no respeten las cuarentenas, realicen fiestas masivas para año nuevo y se amontonen en playas, plazas y comercios, lo atribuimos de modo negativo a nuestra idiosincracia propia de una cultura tercermundista.

Pero, olvidamos, que en el hemisferio norte también hubo masivas fiestas, ya sea en Italia, Francia o España y, durante el verano europeo, cuando recién estaban saliendo de la primera ola de contagio de Covid 19, del primer mundo llegaban fotos de flemáticos ingleses capeando el calor en sus playas, tan apretujados estaban que procrearon una nueva cepa, más contagiosa, que los tiene ad portas de volver a estar encerrados.

¿Será acaso que hoy en el planeta es la cultura tercermundista la que predomina sobre la primer mundista? ¿o, más bien, lo contrario? O, mejor dicho, ya nadie se escapa de la barbarie, como me comenta, el profesor Raúl Carnevali, porque la barbarie, no es patrimonio del primer o tercer mundo, sino de toda la humanidad.


Comentarios