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Mostrando entradas de mayo, 2017

El juez y el indio

La controversia por un bronce sacude Punta Arenas, se trata de la estatua del Juez Waldo Seguel que estaba ubicada en calles Colon con Bories y que fuera retirada luego que se iniciaran los trabajos para levantar en dicho lugar un espacio dedicado a los derechos humanos. Gente del mundo de las leyes que visitaba la ciudad comentaba que Punta Arenas era una de las pocas ciudades del país en que un juez tenía una estatua. Una vez que finalizaron los trabajos la estatua nunca fue repuesta, más aun si diversas organizaciones se opusieran a que la figura de Waldo Seguel, que asumió como juez de Punta Arenas, el 30 de marzo de 1894, estuviera en la Plaza de Los Derechos Humanos, porque en su tiempo como letrado  poco y nada hizo para evitar la masacre, exterminio y atropello cometidos por los colonos contra los indígenas australes. Se busca, afanosamente, un lugar para el juez que no genere rechazo -cosa que en estos días como está la imagen de la justicia casi parece un imposible- 

Escuchas empresariales

Como  a veces la imaginación suele desbordarme, o más bien la mente de alcantarilla que tengo, esperaba que las cosas hubieran sido de otro modo micrófonos hasta en el baño de los empleados, pero como esas prácticas  antisindicales no tiene cabida en Chile, bien sabemos cuánto confían  los empresarios chilenos en sus trabajadores,  me sorprendió, como a tantos, que se hallaran micrófonos multipropósito ocultos en la oficina del presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) que reúne al gremio de los empresarios industriales del país. Aunque lo reniegue debe quedarme algo de esa izquierda, que bien dijo Piñera suele caricaturizar las cosas, porque el espionaje interno de la Sofofa con características delictuales, lo encontré propio de una película de Netflix o digno de una trama para novela del género negro. Queda la duda si acaso los espías del micrófono se dejaron llevar por el dicho aquel de que “ Detrás de cada fortuna hay un delito”, porque no creo que en la Sofofa

Manifiesto

No es porque tenga miedo que me insulten por Facebook, WhatsApp o Twitter, como nunca uso redes sociales me da igual ser trending topic y no es por compartir lo que dijo Eco de que las redes sociales dan voz al tonto del pueblo o que la pantalla táctil sea cultivo de narcisistas, ya que en mi hogar suelen reprocharme que por taciturno hablo poco y puras tonteras y, en mi fuero interno, como Protágoras me considero a veces, y no pocas, que soy la medida de todas las cosas; el caso es que mi reputación me tiene sin cuidado porque de antaño en la modesta transmisión mensajera del boca a boca, face to face, quedó estigmatizada. Pero, para tranquilidad de la memoria de mi difunta madre y para que no me tilden como un ser desdeñoso, pido disculpas de antemano, me declaro ideológicamente falso, no soy lo que aparento, ni siquiera soy el que escribe esto, sino que lo hace un negro y para que no me acusen de racista, aclaro que es literario; quiero