A las 03:25 de la madrugada del 2 de mayo, con una pierna menos y varios hijos desparramados por el país, falleció el padre. Por la única carta que le envío a su madre, supo que alguna vez había sido dirigente sindical de una textil en Santiago en los años 80.
Fue,
el único recuerdo agradable que ella atesoraba de él, no la carta sino el que
haya sido dirigente. Pensó que hubiese sido bueno que se muriera un 1 de mayo,
justo el Día del Trabajo, quizás si hasta él se hubiese sentido orgulloso.
El día
antes le avisaron de que agonizaba, su cuerpo no respondía bien a la
amputación. De mañana, camino al trabajo, llamó por celular a la mujer del
padre para ver como seguía, ahí le informaron del deceso. Agradeció la
gentileza de que le encomendaran avisar al tío y a la tía, lo hizo y fue
extraño, era lo más cercano en la vida que sentía ser parte de esa familia.
Llamó
a su mujer para que pusiera una nota cronológica en el diario en su nombre y el
de sus hijas.
Llegó
al trabajo, preparó los pendones, cargó la cámara, sacó las fotos, la actividad
de difusión resultó mejor de lo esperado, con mucho público. Guardó los
pendones y recibió la llamada, era una misa para el difunto, aunque ya era
tarde dijo que si alcanzaba iría.
Pasó a
buscar a sus hijas, una no quiso ir, sólo la mayor le acompañó llegaron a las
20:05 a la catedral puntarenense, estaba cerrada y a oscuras, fueron hasta otra
capilla, ingresaron, había dos velorios, ninguna misa.
¿Y,
ahora, dónde vamos?, preguntó su hija.
-A
casa-, contestó él.
-Te
pasaste, porque no me viniste a buscar antes, después de todo era tu padre y mi
abuelo- le recriminó Oriana.
-Ya
está hecho- le dijo él asumiendo su irresponsabilidad.
Se
levantó temprano, hojeó el diario, buscó la sección necrológica, ahí estaba su
nota. La jornada fue rutinaria, como siempre, salvó porque cuando iba en micro
recibió la llamada de un amigo juez del sur al que siempre ha considerado brujo
y que le preguntó por cómo estaba él y su familia.
No se
sorprendió que sus compañeros de trabajo, ni siquiera su mejor amigo, no le
dieran el pésame, nadie conocía a su padre, incluso, para él, siempre fue un
total y absoluto desconocido.
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