El gobierno, a través del ministro de justicia, señaló que Gendarmería emitirá un informe mensual sobre la situación de la sobrepoblación carcelaria, el que deberían tener en cuenta jueces y fiscales al momento de solicitar e imponer la prisión preventiva a los imputados.
Sucede que la máquina, picadora o
molinillo de moler carne, como se conoce a la cárcel, acabó su vida útil, fue sobrexplotada
y sufriría fatiga de material.
Lo anterior, a juicio del ministro,
debería ser considerado por los participantes del sistema penal, pero no
menciona que el principal actor del sistema, el imputado que comete un delito y
para el cual se creó el sistema penal, bien podría tenerlo presente, estar al
tanto de dicho informe o solicitarlo vía ley de transparencia, porque si el primer
criterio del bandido para cometer un delito es asegurarse de no ser pillado, ahora
podría sumar que el momento propicio para cometerlo sería cuando el informe
indique que la cárcel esta sobrepoblada, con ello se aseguraría, en caso de ser
detenido in fraganti, no ir a la cárcel, sino sujeto a una medida cautelar
menos gravosa.
Guardando las proporciones, lo anterior
se asemeja a lo que buscó en su momento la dictadura militar con el decreto ley
2568, pretendía solucionar la cuestión indígena en el país decretando que las
tierras indígenas y los que las habitaban en ella su condición de tales.
Pretender solucionar el problema de la
sobrepoblación carcelaria, dejando de aplicar la prisión preventiva, sin
importar que los delitos graves se sigan cometiendo, puede no ser lo más
adecuado.
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