El fiscal Héctor Barros, que lleva la investigación del homicidio del teniente venezolano, Ronald Ojeda, asesinado en Chile donde se encontraba refugiado, señaló que es un crimen “transnacional”, orquestado en Venezuela y cometido en Chile por miembros del Tren de Aragua.
Al oír tales declaraciones del persecutor, un abogado defensor
entusiasta, puede preguntarse por el principio de ejecución del delito, en tal
caso, si como afirma el Fiscal Barros, este se inicia en Venezuela, se podría
argumentar que son los tribunales venezolanos, y no los chilenos, los que
tendrían competencia jurisdiccional, en la causa. A lo mejor a esto se
refiere la Ministra Tohá, cuando expresa: “demandaremos que Venezuela cumpla,
y no lo hacemos cándidamente”.
El gobierno venezolano, por su parte, de seguro informará vía
diplomática a la cancillería chilena, que no iniciará una casa de brujas en su
país, porque estamos en el siglo XXI, se acabó la Inquisición hace varios
siglos, las brujas no existen y el Tren de Aragua, tampoco.
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