Vergüenza ajena

 El año 2014, tras el ataque de Israel a Gaza, algunos miembros del pueblo judío, representantes de las ciencias y las humanidades en nuestro país y en otras partes del orbe, manifestaron su desaprobación a los atentados y expresaron públicamente su solidaridad con el pueblo palestino a través de cartas y columnas divulgadas en medios de comunicación, bajo la consigna: “Hoy me avergüenzo de ser judío”, con el consiguiente reproche de muchos de sus congéneres de Israel.

No soy judío, aun cuando como descendiente de chilotes, hasta donde llegó también la diáspora sefardí española portuguesa, es probable que más de algún ignoto gen hablante ladino debe corretear en mí.

 

Lo anterior no impide que hoy me pregunte, así como el año 2014 varios judíos se atrevieron a escribir solidarias y compasivas cartas y columnas repudiando los atentados, ¿habrá hoy algún árabe que escriba: “Me avergüenzo de ser árabe y apoyar a Hamas”? nobleza obliga, digo yo.