¿Maradona o Messi?

 Para todo  ingenuo que  creía que Argentina no ganaría el mundial, conviene recordar las palabras del presidente de la FIFA Giani Infantino, que en octubre del año 2017 entrevistado por el diario argentino La Nación, expresó "sería injusto que Messi se retirara sin ganar un mundial", de no ser en Rusia, podría ser en Qatar. El propio Infantino 5 años después haría justicia por mano propia entregando la copa a Messi.

Coronado Messi y su equipo viene ahora la odiosa comparación si es tan grande como fue Maradona.

Aunque ambos usaron la 10 y son eximios para la pelota hay diferencias sustanciales, el pibe de oro se crío en las  barriadas pobres de  Villa Fiorito, en Buenos Aires; en tanto Lionel en “La Bajada”, un barrio de clase media en Rosario. Uno debutó en Argentinos Junior siendo muy joven; el otro con no más de 14 años llegó a probarse a La Masía en Barcelona.

Mientras El Diego, dentro y fuera de la cancha era arrogante y de frases grandilocuentes; Messi es más bien tímido y quitado de bulla.

Maradona sucumbió a las drogas, alcohol y malas juntas, protagonizó tanto escándalos como asistencias y goles de fútbol. El Lio, en cambio, es casi el yerno ideal, “más bueno que el pan”, nadie sabe si bebe alcohol, menos que use drogas. Si Maradona era de la cancha a la noche napolitana o porteña; Messi es del entrenamiento al hogar familiar, Salvo el juicio  por impuestos,  Messi nunca ha tenido otros líos con la justicia.

Y si de posiciones políticas se trata, si el grupo graffitero Los Vergara, en los años 80 rayaba murallas con “Tiemblen fachos Maradona es zurdo”; no podría escribirse lo mismo de Messi, porque aunque zurdo, es un tipo más bien de centro o apolítico.

Pero la principal diferencia entre uno y otro es que si Diego tiene un sequito de fieles miembros de la iglesia Maradoniana, todavía no se funda la Iglesia Messiniana y, en caso de nacer, eso de ser Dios, a Lionel le daría un poco de vergüenza.