De que la verdad material y la verdad procesal no siempre coinciden es una elucubración jurídica.
Que una ministra de
Estado señale aquello para reafirmar que sí hubo abusos sexuales por parte de
los agentes del Estado contra los detenidos en el contexto de la revuelta del
año 2019, aun cuando no hay condenados por la justicia al respecto y, en los casos
que hubo juicio, los presuntos autores resultaron absueltos, es contribuir
a la sensación de injusticia y generar en la comunidad poca credibilidad
en el sistema judicial y los fallos que emanan de los tribunales.
Así, toda supuesta
victima de un delito, cuyo presunto autor al finalizar la investigación y el
juicio resultare inocente, puede sostener que "la verdad material y la
verdad procesal no siempre coinciden", pero, también, todo condenado por
los tribunales puede continuar alegando inocencia sosteniendo lo mismo.
Porque si lo afirma
una ministra de Estado qué duda cabe, la incerteza jurídica es lo que vale.
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