El Presidente Gabriel Boric señaló a CNN “No puedes ir más rápido que tu gente”, a quienes tenían dudas de lo que calzaba nuestro mandatario, les quedó medianamente claro, usa un veloz calzado presidencial, casi tanto como el de Usain Bolt, para él los demás seríamos más bien lentejas y, a tranco lento, nunca llegaremos al Nuevo Chile que nos quiere llevar.
Lo anterior trae consecuencias, porque si bien se pide a los políticos dejar los pies en la calle, es cosa de ver el estado en que quedaron los zapatos presidenciales.
Ello parece no importarle al
jefe de gobierno, tal vez hasta lo enorgullece, porque admirador de la colérica
y revolucionaria época sesentera, el trayecto de calle Yungay a La Moneda lo
debe hacer cantando "Zapatos rotos, zapatos rotos, con esa facha ¿a dónde
vas? voy con rumbo a un nuevo mundo, un perro amigo –Brownie-me sigue
atrás"; a no ser que en una que otra esquina aflore su pasión futbolera de
hincha cruzado y la caminata la realice "pateando piedras", porque
así ni el mejor zapato resiste.
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