Una cosa es que a la Empresa Nestlé se le ocurra cambiar el nombre de su popular galletón cubierto de chocolate y, otra muy distinta, que un talibán de la cultura de la cancelación tenga la genial idea de que en los libros de historia ya no se hablé del Black Panther Party, menos del Black Power y, por ningún motivo, apoyar el actual Black Lives Matter.
Crónicas, columnas, semblanzas y otras escrituras ideológicamente falsas
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