La Conferencia Episcopal, criticó la prohibición de realizar ceremonias en Fase 2, exigen que se le respete el derecho a la libertad religiosa y se considere la capacidad de los templos.
“A un templo donde pueden asistir 600 personas
sentadas, ahora no puede ir nadie”, dijo a El Mercurio, monseñor Juan Ignacio González, obispo de San Bernardo y coordinador del equipo jurídico de la Conferencia Episcopal.
Llaman al gobierno a establecer
una mesa de diálogo formal con todas las confesiones que permita llegar a
normas y disposiciones que no contradigan la libertad religiosa.
Si el gobierno accede podría
ser discriminatorio para esa infinidad de denominaciones evangélicas, cuyos templos son, a lo más, una casa de subsidio básico remodelada, sin la capacidad de los templos católicos.
También a los mapuches deberían permitirle los nguillatunes al aire libre alrededor del Rehue, aunque hoy en la Araucanía imagino que, con o sin permiso, lamngen y peñis lo realizan.
De igual modo, los francmasones
pudieran pedir que se les autorice golpear las puertas del templo, a no ser que
como en sus tenidas juegan al secretismo
y la clandestinidad, nadie puede asegurar que durante la pandemia, no se hayan reunido igual.
Y, si es por la necesidad
humana de practicar y compartir una creencia para alimentar el espíritu ¿por
qué no, también, una ideología? En, tal caso, los partidos políticos podrían pedir
autorización, pero ello sería inútil, porque con o sin pandemia la militancia
escasea.
Si, como señala el Obispo González
“En el estado democrático moderno el factor
religioso, en sus diversas expresiones legítimas, es un factor social esencial
de toda sociedad”, la ANFP tiene, ahí, un argumento sólido para pedir que el público
pueda volver a los estadios de fútbol.
Porque, si como se asegura que
dijo Marx: “La religión es el opio del pueblo” y, para muchos el fútbol, es ya una
religión, hoy se rinde culto a los equipos y a los ídolos, mucho más que a los santos, tanto que Eduardo Galeano se preguntó si acaso el fútbol “¿Es
el opio del pueblo?” “¿En qué se parece
el fútbol a Dios? En la devoción que le tienen muchos creyentes y en la
desconfianza que le tienen muchos intelectuales”, afirmó Galeano.
Por cierto, solo en Estadio
San Carlos, caben más de 14 mil fieles, en el Monumental, más de 47 mil devotos
y, en el Nacional, más de 48 mil piadosos.
En este gobierno confesional son más los arrepentidos que los creyentes. Jaja...
ResponderEliminarLey pareja para todos con los aforos. En la medida que se establezca el distanciamiento físico y las normas para evitar contagios, se podría funcionar en los distintos ámbitos y actividades de la vida.
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