No sé a ustedes, pero a mí, me pareció muy
desatinada, por no decir indignante, la columna "El Exocet de
Camila", de Eugenio Tironi, que publicó hoy en El Mercurio, a mi juicio refleja
un desconocimiento total del ideario comunista y trasluce cierta animadversión
hacia la joven líder, no obstante, en su momento, es de suponer que el
destacado sociólogo, como muchos otros, vio en ella más que a la nueva Gladys
Marín, a la Marianne del 68, pero, sobre todo, su opinión constituye un menosprecio e ignorancia de la industria armamentista soviética,
muy raro en un hombre de mundo como él.
Sabemos
que Tironi vivió parte de su exilio en Francia y prodiga una particular
predilección hacia la arrogante cultura francesa, imagino lee en su idioma a
Foucault y Barthes, quizás si hasta se maneja en el dialecto Bretón, pero decir
que Camila lanzó un misil Exocet, es una infamia, porque siendo Camila, una
militante comunista disciplinada, para qué arriesgarse a ser pasada ante la
Comisión Nacional de Control y Cuadros, por usar un Exocet, de origen francés, si
tiene el Zvezda Kh-35U, de fabricación soviética, que es como decir, hecho
en casa.
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