A raíz de la controversia por la cifra
de muertos durante la pandemia, “El Dante”, un pediatra amigo, me advirtió que en gran parte el problema se inicia porque a un médico en
muchas ocasiones le cuesta establecer las causas de muerte, “no es fácil, no es
aritmética", señaló. "Por si acaso el tema de los muertos actuales no es
tal, solo existe la mala fe y el uso político de todo", agregó.
Pero cuando le pedí que me aclare lo
anterior, me confundió más: "Porque los muertos en Chile (en democracia) no se pueden esconder, lo
que cuesta es conciliar las causas de muerte visto por instancias ajenas al
trabajo clínico por un lado, y depender de otros entes como Registro Civil y, si
se mete Contraloría, es otra óptica. Se cae en una discusión de fariseos en
cierta medida",
explicó.
Tras decirle que, por lo visto, en
Chile las causas de muerte ya no las definirá un médico, sino Eduardo Engel,
economista e ingeniero civil matemático y con doctorados en Economía y Estadística. “Espero, que si te enfermas no te opere Engel”, concluyó el
doctor.
Aunque soy de esa ruda generación que creció leyendo las historietas
del Siniestro Doctor Mortis, de solo imaginarme tendido y amarrado a la camilla
del pabellón y ver acercarse al Dr. Engel con su aséptica bata quirúrgica verde azul, gorro,
mascarilla, guantes y un bisturí en la mano, me dio pavor.
Y te haga laparoscopía con dos lápices plumones, my God
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