Estimado don Eugenio luego de leer su
columna "Malditos hombres"* , como otras veces no queda más que
felicitarlo ( y envidiarlo) por la agilidad y destreza de su pluma, pero tras
los halagos respectivos, sinceros por lo demás, sin ánimo de ofenderle creo que
en esta ocasión la conclusión a la que usted llega: “Es hora de
aceptarlo: la única defensa ante la ultraderecha son las mujeres" está
errada, lo cual resulta del todo extraño en una persona culta e instruida
como usted, un hombre de mundo, no vamos a decir que trashumante, pero sí con más de una decena de libros de propia autoría a su
haber, aunque esta vez parece más preocupado de quedar bien con un género
que de hacer un sesudo análisis sociológico de la política mundial.
Porque, estimado don Eugenio, si solo las féminas serían la esperanza ante el
avance de la ultraderecha, qué pasó entonces con ¿"El Hombre Nuevo" ?
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