Sin temor a
equivocarme, estoy casi seguro de que nuestro exquisito ex canciller Heraldo Muñoz, es un cinéfilo empedernido y admirador de la
filmografía de Vincent Price, incluso, tiempo atrás, lucía un fino y delgado
bigote similar al del actor hollywoodense y, por su porte y garbo, es la copia
fiel de quien fue caracterizando como el “Rostro del Terror”.
Es que aparte de sus notables habilidades
diplomáticas si de algo no cabía duda en el Hotel Carrera, era que Heraldo
no solo tenía nombre de mensajero sino que desde el retorno a la democracia no
hubo un canciller más elegante, quizás si se le compara en algo el ex canciller
Errázuriz en tiempos de Pinochet, pero de que en aquellos años nuestro país era
ejemplo de diplomacia sólo éste último se lo creía, la comunidad
internacional no nos quería mucho y no, precisamente, porque el
ministro de Relaciones Exteriores de entonces fuera un tipo muy bueno p’al
pucho.
Porque Heraldo
Muñoz por su caballerosidad y elegancia lucía siempre ese
aire de Vincent Price, uno de esos tipos con estilo a la antigua que son
tan escasos, y más aún en la política de hoy en día; eso hasta que luego de verle y escucharle
tras el fallo de La Haya muchos en su sector ya le están encontrando cierto
parecido con AMLO (Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México),
pero debe ser porque está cada vez más cano.
Comentarios
Publicar un comentario