En los años 80 fui amigo de “El Palomo” en la Universidad de la
Frontera, tipo inteligente y astuto político porque siendo elegido dirigente de
su carrera con el apoyo decé, terminó como
activo simpatizante del MDP.
Siempre pulcro, ordenado
y responsable como que asumía con vocación y compromiso la postura allendista aquella
de que “Ser agitador universitario y mal estudiante es fácil, ser dirigente
revolucionario y buen estudiante es más difícil”, porque sin reprobar un solo
ramo se tituló en los años que duraba la carrera y eso que los ‘80 eran tiempos
convulsionados, tanto que dejaron a
varios en el camino.
Pero “”El Palomo” era diferente, dueño de una conversación fraterna
y amena le gustaba hacer análisis de coyuntura y autocriticar acciones
políticas voluntaristas que a poco y nada llevaban.
Un ser rebelde y ordenado que se planchaba diariamente la ropa, para
subsistir dibujaba planos para un arquitecto gracias a que manejaba el dibujo
técnico a la perfección sin que llegara a ser su profesión, lo suyo era el trabajo social.
Una vez le pedí que me dibujara con lápices pastel afiches de
los grafiti del Mayo del 68, de todos los
que ejecutó a los dos nos gustó el de: “No me liberen, yo me basto para eso”,
en mi caso, quizás era la forma inconsciente de reconocer que vivía raptado por mis dipsómanos demonios.
Cuando supe de su partida, no dejé de sorprenderme, porque siempre
pensé que conociéndole sería un profesional que estaba condenado
al éxito, pero acabó siendo secuestrado y si bien sus ex compañeros de la UFRO hicieron
todo por rescatarlo, falleció en cautiverio, optó por no liberarse y eso que “El
Palomo” se bastaba para ello; le siguieron “Coco” Thiers y"El Chilote" los tres fueron
estudiantes y revolucionarios, como esos chicos que se recuerdan hoy día
por lo del Mayo francés.
Efectivamente una muy buena persona y responsable en los estudios.
ResponderEliminarNunca te olvidaremos Palomo, marcaste nuestras vidas universitariad
ResponderEliminar