Aquello de que los dos años de pandemia el tiempo se detuvo y solemos percibirlos como años no pasados, recordaba ayer mientras me encontraba en una de esas ceremonias de premiación que las instituciones realizan a fines de año. Sucede que recibí un galvano por 20 años de servicios prestados, lo cual nada tiene de particular, si no es por el hecho que me parecía haber recibido el mismo diploma, en iguales fechas, el año pasado. Como sería muy mal educado de mi parte rechazarlo, no les iba decir que se equivocaron, después de todo habría que felicitar a la institución que tuvo la paciencia de aguantar durante dos décadas a un tipo agrio como yo; aunque, si soy sincero, durante estos 20 años de mi travesía laboral, al igual que todo laburante, ¡vaya que soporté tempestades! El caso es que de regreso a casa, como soy perseguido, llegó la angustia, porque al comparar los diplomas ratifiqué que me entregaron un diploma por 20 años el 2023 y, uno similar, este 2024, no sé ...
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