Sobre la vejez

 Nicanor Parra recuerda: “que dijera algo sobre la vejez le pidieron una vez sus alumnos /al Dr. Bertrand Russell/ & el venerable anciano respondió/ La vejez…/una edad como cualquier otra/para luchar x una causa justa”.

Sea cierta o no la anécdota o solo uno de esos antipoemas con que Parra nos tenía acostumbrado -cómo se extraña que la poética parriana alumbre estos tiempos- sin duda que se contrapone al edadismo actual, donde se venera la juventud por sobre cualquier otra edad.

Lo anterior, parece estar cambiando, ya no es el solo hecho de ser joven sinónimo de virtud, sino que ahora sería la inexperiencia, como es pedante considerarse maestro, algunos quisieran ser vistos como eternos aprendices, es que, si para Trotsky la revolución debía ser permanente, la inexperiencia es hoy permanente.

Otra cosa es entender la importancia de cuidar el cerebro, más si está comprobado, que uno nunca deja de aprender, Russell y Parra sabían de aquello y vaya que lo demostraron durante sus 98 años de vida el primero y 103 años el segundo.   

Llegará el tiempo de cambiar nuestros estereotipos sobre la vejez y traer de vuelta la antigua canción de los años 60, “Rebelde con causa”, esa del músico chileno Martín Domínguez, que en parte de su letra decía “Nunca he despreciado yo a los viejos, porque sé bien que un día viejo yo seré, pero siempre me subleva la sangre de mis venas el llegar a ser un decrépito burgués”.