Ir al contenido principal

Un whatsapp infame

Cada día se conocen más whatsapp de Luis Hermosilla, mientras unos lo consideran un fanfarrón sin mayor influencia que presumía de amistades imaginarias y deambulaba solitario por los pasillos del palacio de tribunales y vericuetos del poder, para otros, sería el reflejo mismo de la envidia del cantante brasileño, Roberto Carlos, porque su celular guardaba contactos de más de un millón de amigos; como no hay memoria que resista tal nivel de contactos poco faltaba para que los guardara, no en la nube, sino en la nebulosa, de Andrómeda, probablemente.

En lo que todos concuerdan, es que, para el mundo judicial, aparecer siquiera nombrado en un whatsapp infame, es peor de lo que fue en Milán en 1630, que a uno lo acusen de untar las paredes de las viviendas para propagar la peste italiana, que tan bien relata Alessandro Manzoni en su libro Historia de la columna infame.


Comentarios

Publicar un comentario