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Mostrando entradas de septiembre, 2023

El Conde en la Patagonia

Una de las escenas que mejor recordaremos luego de ver la película El Conde, es la silueta del vampiro Pinochet, con uniforme de tenida y capa militar, emprendiendo vuelo desde la estancia Oazy Harbour -mejor conocida como Gringos Duros- en San Gregorio, Provincia de Magallanes, en medio de la desolada estepa patagónica. Para escribir aquella escena, ¿habrá tenido en cuenta Pablo Larraín, que la relación de los magallánicos con los chupasangre, ha sido de antaño, no sólo para capítulos del terrorífico radioteatro “El Siniestro Doctor Mortis”, del puntarenense, Juan Merino y, más que ficción, han sido parte de la historia regional? En Natales, por ejemplo, el año 1919 los obreros se levantaron contra ellos como bien lo consigna el periódico “El Trabajo” de la Federación Obrera local, en su edición del 26 de enero del año 1919:  “(…) La explotación escandalosa de los dioses de la fortuna: Braun y Blanchard, sembraron el hambre y la miseria en el pueblo, y los trabajadores conscientes

Quiero a mi bandera

  No faltará quien fruncirá la nariz luego que la Comisión de Educación de la Cámara aprobara el  proyecto que obliga a izar la bandera y entonar el himno nacional en las escuelas, al menos un día lunes al mes. Pensarán que dicho derroche patriotero sería un tanto atentatorio contra la libertad individual y querrán ver en ello cierto adoctrinamiento escolar más propio de dictadura militar, que de gobierno democrático.   Sin embargo, en el país de las libertades, Estados Unidos, en los colegios acontece algo similar y, si se quiere, incluso van un poco más allá, los escolares realizan el juramento o promesa ante la bandera, no todos los lunes por supuesto, y no vamos a decir que a ciudadanos estadounidenses se les adoctrine en otra cosa que no sea el respeto a la libertad individual y, por cierto, al capital.  Tanto es así que el autor de la promesa ante la bandera fue el pastor bautista, Francis Bellamy, que era socialista.  

Ha nacido un nuevo estilo

  Para que no se piense que nuestro Presidente    se cree aquello de “El Estado soy yo”, la dirección de comunicaciones de la presidencia debiera pronto emitir un comunicado informando a la ciudadanía que, acorde al estilo distinto de gobernar de su excelencia, que prioriza “estar con el pueblo conversando directamente con ellos”, participará en cuanta marcha se realice    cerca de la Moneda, independiente de las demandas y reivindicaciones o del color político de tales actos, considerando que el pueblo somos todos. Se tendría que solicitar a organizaciones y grupos de personas avisar con antelación la fecha y hora de la marcha para incluirla en la agenda diaria presidencial, con el fin de evitar que, en un mismo día y hora, se realicen dos o más marchas ya que, aunque el presidente lo desea, no posee el don de la ubicuidad, para estar en dos o varios lugares al mismo tiempo. De este modo, se podría coordinar con la seguridad de palacio la vestimenta que llevarán para cumplir su fu

La fotografía del recuerdo

  Como toda fotografía es un recuerdo, cierto escritor magallánico que vive en el Maule, me acaba de enviar una foto de cuando ejercía como abogado de los derechos humanos en Punta Arenas, durante la dictadura militar. Me comenta que hace poco se la regaló un joven de 54 años, en su reciente viaje a Punta Arenas, agrega que como no recuerda que me la haya enviado, lo hace porque la imagen es un tanto chistosa y refleja esos años duros que vivió en Punta Arenas. Le respondo que estábamos juntos en el café El Lomitos, la mañana aquella en que se acercó el chiquillo cincuentón que le mostró la foto.  Le señalo que dicho olvido es propio de personas que tienen mucha vida social y suelen interactuar mucho con los demás, con frecuencia suelen olvidar cuándo, con quién y dónde estuvieron; a diferencia mía que, más allá del trabajo, por opción personal salgo poco, casi nada y juntarse a compartir un té o un café, al igual como para él es esa fotografía, son momentos que atesoraré como inolvi