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“Ministra, no me digas”

 Hasta el más fiel seguidor de twitter, se aburre de los 280 caracteres, más aún luego que a Elon Musk se le ocurriera  cambiar la dulce silueta del pajarito, por una agria X.

Tal vez eso llevó al presidente a dejar de teclear en su celular, escaparse, un instante de La Moneda, para retomar sus tiempos de dirigente estudiantil y, en una performance de política vintage, salir a la calle, megáfono en mano, a comunicarse con su pueblo, ante la sorpresa de su ministra del Interior, Carolina Tohá.

A no ser que, por los turbulentos tiempos que azotan palacio, se dejó llevar por su vena poética e intentó una adaptación libre del poema “Madre, no me digas”, del poeta argentino Baldomero Fernández Moreno, cuyo título quedaría así:

 

“Ministra, no me digas” 

Ministra, no me digas:
- Presidente, quédese... -
La calle me llama
y a la calle iré...
Yo tengo una pena
de tan mal jaez
que ni tú ni nadie
puede comprender,
y en medio de la calle
¡me siento tan bien!
¿Qué cuál es mi pena?
¡Ni yo sé cuál es!
Pero ella me obliga
a irme, a correr,
hasta de cansancio
rendido caer...
La calle me llama
y obedeceré...
Cuando pongo en ella
los ligeros pies,
me lleno de rimas
sin saber por qué...
La calle, la calle,
¡loco cascabel!
El poeta, la calle y el presidente,
se quieren los tres...
La calle me llama,
Hasta luego, ministra,
¡voy a florecer!

Ahora bien, en caso que al mandatario, se le ocurra salir a apoyar una marcha contra el actual gobierno, ello daría para un verso dadaísta.

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