¿Cuánto dura la felicidad? ¿Un instante, acaso un segundo? ¿Solo un par de minutos, horas, días, años?
Dura toda la vida, por el solo hecho de
vivir, la dicha es plena, contestaría un optimista vitalista. La felicidad no
existe afirmaría un pesimista, mientras que ¿existe la felicidad? se
interrogaría un escéptico.
Para el depresivo, que son las personas más realistas
que existen, no se puede ser feliz mientras el prójimo sufre y para el
hedonista la felicidad dura lo que dura un orgasmo.
El caso es que me lo pregunté y resulta que
como soy enfermo de individualista, para mí la felicidad dura 22 días, lo
comprobé empíricamente cuando tuve los resultados de unos exámenes médicos, 22
días antes me había hecho los mismos con resultados de triglicéridos y
colesterol perfectos, pero 22 días después los guarismos habían cambiado y los
triglicéridos se elevaron por sobre los niveles normales.
Como si durante 22 días hubiera tomado de desayuno dos tazas de café con cinco marraquetas de fiambre con mantequilla; a media mañana media docena de choripanes con leche con plátano del Kiosco Roca; de almuerzo un bife a lo pobre; a media tarde dos completos, con un litro de Coca- Cola; a la cena chuletas de cerdo fritas con papa duquesas y, antes de acostarme, tres tazas de café con dos marraquetas con queso de cabeza.
Pero nada de ello ocurrió porque seguí al pie
de la letra mi dieta cuasi vegetariana, por lo que cuando tuve en mis manos los
resultados el mundo casi se me vino abajo y luego de escasos 22 días esa ansiada
felicidad se esfumó, junto con la sonrisa de oreja a oreja y la cara de amargado
volvió.
Fui al cardiólogo, pensando lo peor le mostré
los exámenes, me dijo que el colesterol estaba bien y los triglicéridos un tanto
elevados, le comenté que era extraño porque seguía con la misma dieta, me
señaló que a lo mejor fue algo muy dulce que comí, asocié aquello con que ser
feliz es andar dulce, capaz que como soy bruto el ir por la vida muy contento subió
los triglicéridos.
El médico me realizó una ecografía cardiaca y
aunque vivo con una arteria del corazón tapada y otra reparada con un resorte
en su interior, en estado de reposo mi sufrido corazón bombea 4,9 litros de
sangre por minuto, una persona normal bombea 5 litros, “¿calcula cuántos ganarías
si fuera petróleo, serías millonario” me dijo el doctor, y no estaba equivocado,
porque esa bomba trabaja las 24 horas del
día, los 365 días del año, me podría autoabastecer de petróleo con lo caro que
está el barril del crudo que fija la OPEP.
Pero es una fantasía, seguiré pobre, bombeo
sangre, ni siquiera azul sino que O positivo de la más ordinaria, no tiene caso,
entonces, hacerse mala sangre, porque mientras la maquinaria siga bombeando aunque
no me servirá para llenar el estanque del auto, al menos tendré combustible para
caminar.
Buenaaa, lamentablemente para los cercanos tu magra faz la seguiremos viendo, 😉 😜
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