La cancillería chilena habría presentado disculpas al embajador argentino, por la filtración del audio de una reunión de trabajo donde en términos poco diplomáticos, por decir lo menos, se referían a su persona.
Las disculpas, aun cuando
fueron catalogadas como secreto de
estado, so pena de cometer delito de espionaje quien la publicitara, también se filtró -era que no- quienes la escucharon señalarían
que en esta desde la cancillería le juraban de
rodillas al embajador trasandino que tildarlo de orate fue un profundo error,
un mal entendido, en ningún caso con ánimo de ofensa, porque si hay un
argentino al que queremos los chilenos, ese es al “Loco” Bielsa.
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