Ir al contenido principal

El magisterio y la otra deuda histórica

 Carlos Peña, en su columna Crisis en la educación, alerta sobre la grave situación que atraviesa la educación chilena por, entre otros aspectos, la pérdida del respeto y la autoridad de la figura del profesor.  

Datar la fecha y las causas por la que se originó esta pérdida, da para análisis de un historiador. Lo cierto es que muchos profesores ocupan más tiempo pasando lista e intentando imponer disciplina en la sala de clases que impartiendo contenidos.  

Provengo de una familia de profesoras normalistas, sus nombres se recuerdan en una placa de la ex Escuela Consolidada de Puerto Natales, mis suegros, también lo son, ellos se jubilaron allá por el año 2000 cansados de lo difícil que era hacer clases y del tono desafiante que comenzaban a tomar los alumnos; el maestro Oyarzo, quizás temía que lo atacaran por reprender a los alumnos que no cumplían con sus deberes. 

Hoy los alumnos creen que son ellos los que deben determinar el currículum, tomar las pruebas, ponerse notas y reprobar a sus maestros y no es porque los educandos tengan vocación pedagógica, precisamente.  Para los más radicalizados, como los que se vieron por televisión, el preparar bombas “Molotov”, en presencia de sus maestros, sería parte de los objetivos transversales. 

Por años el Colegio de Profesores demanda el pago de la deuda histórica a los profesores originada luego del proceso de municipalización en los años 80; recuperar el respeto del profesor en el aula y el estatus en la sociedad, es, también, la otra deuda histórica con los docentes, como país corremos el riesgo que, al igual que sucede con la económica, esta se convierta en una deuda prehistórica.   

 

Comentarios

Publicar un comentario