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El discurso en la ONU

 No fue un discurso soberbio, más bien modesto, poco y nada conmovió,  aunque trato de disimularlo, parecía que hablaba casi por obligación, comenzó con una estampa sureña que sonaba a voz en off de un video de Sernatur para promocionar las bellezas del país.

Aunque había pocas expectativas, sus adherentes esperaban algo más, nunca por cierto que sea de esos discursos emblemáticos que quedan en el imaginario popular, pero no que sea de los que se olvidan con facilidad

Fue el propio Presidente Gabriel Boric, que en el transcurso de su alocución lo explicó, la derrota del plebiscito les enseñó a ser más humildes, que es como decir que el triunfo les había enseñado a ser soberbios, queda preguntarse si hubiesen prodigado humildad en caso que hubiesen ganado, porque la máxima dice humilde en la victoria, como en la derrota.

Pero no se ganó, la transformación cultural, social y politica del país se trancó y el discurso del Presidente Boric ante la Asamblea de Naciones Unidas no sería su consagración como líder de la izquierda latinoamericana y referente mundial, que soño luego de salir en la portada de la revista Times, nada de ello ocurrió y más que un encendido discurso, el suyo fue de un mandatario que todavía lame las heridas del fracaso.  

Apeló a los lugares comunes de la no descriminación, igualdad, paz y tolerancia mundial, las mismas peticiones que los mandatarios de los países pequeños hacen a los poderosos, creyendo que a estos últimos le importan.

Se refirió al estallido social y en una alusión bíblica tipo el que quiera escuchar que escuche señaló “a quien quiera escuchar”, para advertir a sus colegas que a cualquiera le puede pasar. Eso sí condenó la violencia y quema de la estaciones del metro en octubre del 2019, que otrora, si bien criticaba, en parte la justificaba.

De igual modo, a diferencia de hace un tiempo, reconoció, como si fuera la voz del mejor de los autoflagelantes de la Concertación, que durante los últimos 30 años en Chile se redujo notablemente la pobreza  y que hubo importantes avances en materia social, pero  que el modelo adoptado en Chile reprodujo la desigualdad, fue entonces como si cavara la tumba del eslogan “no son 30 pesos sino 30 años”, que a él hace hace poco tiempo tanto gustaba, 

Mencionó el resultado del plebiscito y aunque debió pensar incluir el provocativo “nunca el hombre está vencido la derrota es siempre breve" de Patricio Manns, se sabe el gusto del mandatario por la nueva canción chilena y la poesía, opto por un moderado “nunca un gobierno puede sentirse derrotado cuando el pueblo se pronuncia”, de Salvador Allende.    

El caso es que el discurso careció del juvenil y emotivo ímpetu de cuando ganó la presidencial, quizás si hasta su fiel Brownie, que lo estaría viendo por la tele, prefirió salir a dormir al antejardín del hogar paterno.

Pero nada debe extrañar, no es por hacer leña del árbol caído pero tienen que haberle comentado al Presidente que desde hace unas semanas en Punta Arenas, ya nadie va a fotografiarse arriba del árbol presidencial, menos irían a escuchar el discurso en la copa del pino, lo cual da para preocuparse, es de esperar que el abandono no sea tal y áreas verdes no olvide que también lo debe regar.

Comentarios

  1. Lo del video de Sernatur está de veras muy bien. Recordó a los inicios de los textos de Lira Massi.

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  2. Olvidé firmar el comentario: Carlos Peña

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