Amurrado

Si una encuesta preguntara: "¿Piensa usted que la imagen del presidente Boric, mejoraría si usara corbata?", quizás qué responderían las personas, a excepción del nicho menor de 35 años que, con o sin corbata, hasta si fuera  pilucho a trabajar a La Moneda lo apoyarían.  

 

Si el presidente peruano se quitó su Sombrero chotano ¿puede entonces el nuestro ponerse una corbata?   

 

Últimamente, al presidente se le ve como amurrado, habla en un tono que da la impresión quisiera imitar al del Gran Padre Lagos, pero no se trata de parecerlo, sino de serlo.  

 

Menudo problema tiene el joven mandatario, si la gente no le obedece no podrá justificarse con que es porque en estos tiempos se perdió todo el respeto y ya no se le hace caso ni a los mayores.