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La sal y el agua

 La sequía ya está aquí explican los climatólogos y ello influirá en la política nacional afirman los politólogos, como será más realista ver un espejismo en el desierto, que ver caer gotas de lluvia desde la ventana, hay que mirar esta crisis como una oportunidad.

El gobierno anterior intentó afrontar la escasez de agua llamando a ducharse en menos de tres minutos, parece que no lo logró, no solo porque el agua del guanaco se desperdiciaba en Plaza Italia, sino porque el consumo personal de agua en Chile sigue siendo de los más altos del mundo y bien sabemos que no es porque los chilenos suframos de sed insaciable, sino por la poca conciencia en proteger y cuidar el vital elemento.

Pero el gobierno del Presidente Boric, espera dar un giro radical, no solo por  asegurar primero el consumo humano y luego para el agro y las industrias -aunque sin agua puede que no haya agricultora ni alimentos ni tampoco industrias- sino por lo simbólico y transformador del discurso en comparación con los anteriores gobiernos, con toda razón comunicarán que a la actual administración, si bien la oposición podrá negarle la sal, ya no podrán negarle el agua, porque agua, con la sequia, ni oficialistas ni opositores tendrán.  


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