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Ir de pesca

En casa a mis hijas y su madre le gusta salir a pescar,  costumbre heredada de sus abuelos, porque lo que es yo prefiero el pueblo o la ciudad, como soy ansioso e impaciente, me aburro luego de esperar que a las truchas, salmones, robalos o pejerreyes, se les ocurra picar. En cambio ellas de niñas tenían sus botas de agua y cañas de pescar, saben lanzar en río, laguna, lago, chorrillo o en el mar.

A tanto llega su entusiasmo que cierta vez que fuimos a acampar al Río Serrano, a una de mis hijas se le encomendó llevar todas las cucharas y anzuelos, como mi suegro debía quedarse por un trámite en Natales nos acompañaría al otro día, cuando él llegó al Serrano, preguntó a mi suegra extrañado qué había pasado con las cucharas de la casa, porque quiso tomar desayuno pero no encontró cucharas, resultó que por una crianza estricta mi hija mayor para no desobedecer a Yislen, su madre, se llevó al Serrano  las cucharas de pesca y las otras.

Por cierto, suelen criticarme que soy aburrido y nunca las acompaño un fin de semana a lanzar, ahora tengo la excusa perfecta el médico me indicó que por precaución evite alejarme mucho de la urbanidad, supongo que para evitar un accidente o no vaya a ser cosa que me pueda infartar.

De hecho este fin de semana Yislen, con el Club de Pesca del Hospital Clínico fue al Río Penitente, ubicado en Morro Chico a 150 kilómetros de Punta Arenas, por la Ruta 9 que une la capital regional con Natales, mientras yo me quedé en casa disfrutando la tranquilidad y placidez de las comodidades del hogar.

Pero no solo los funcionarios del hospital magallánico salieron a pescar, también el domingo 21 se abrió la temporada de pesca profesional electoral, porque la primera vuelta fue más bien para aficionados.

José Antonio y Gabriel modificaron los anzuelos, equilibraron las plomadas nada de inclinarse muy a la derecha ni muy a la izquierda, recolectan con un tarro las mejores moscas y gusanos, buscan las cucharas llamativas que resalten el centro, porque ambos coinciden en que a estas alturas hasta un pescadito de piedra sirve y si bien se debe resguardar la pesca artesanal, aunque la pesca de arrastre puede ser depredadora no viene nada mal, ¡así, quién no pica!    

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