El Twitter de la Casa Blanca

 

A diferencia de lo que ocurre en Chile y Argentina donde el símbolo del cambio de mando es la banda presidencial, más la piocha de O´Higgins en nuestro país y el bastón de mando en la hermana república; en Estados Unidos el presidente solo realiza el tradicional “Juro solemnemente que ejerceré fielmente el cargo de Presidente de Estados Unidos, y hasta el límite de mi capacidad, preservar, proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos", del Artículo II, Sección 1 de la Constitución de Estados Unidos.

A lo más al primer inquilino de la Casa Blanca le entregaban las llaves de la oficina oval, el número secreto para utilizar el teléfono rojo, los códigos para activar los misiles nucleares y al oído, bajo mallete, todo tipo de secretos como si Elvis está vivo y donde guardan al extraterrestre que cayó en Roswell.     

Como el proceso eleccionario en Estados está entredicho, y su sistema electoral agotado, se acaba de producir un hecho transcendental en el gran país del norte, que refleja que el poder ya no radicaría en la Constitución, sino en las redes sociales, porque twitter acaba de anunciar que, a contar del 21 de enero próximo, traspasará el control de la cuenta @POTUS (perteneciente al Presidente de Estados Unidos),  a Joe Biden, pero Biden todavía no es ratificado como Presidente electo por los 538 miembros del Colegio Electoral.

Lo de twitter es importante, no solo porque incorpora la cuenta de dicha red social como símbolo del mando, sino también porque viene a ser una investidura presidencial adelantada y virtual. Con ello la democracia sucumbe, como tantas otras cosas, ante el avance arrollador de la era digital, porque el acto de votar sería inútil, el poder no radicaría en el voto, tampoco en la calle, ni siquiera en los tuiteros, sino más bien en los dueños de la empresa del pajarito.

No sería raro que la próxima arremetida de twitter sea reescribir la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica a no más 140 caracteres.