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Dios y la alcaldesa

Dios, se despierta malhumorado, aunque mantiene la costumbre de leer El Mercurio, porque el ser supremo se desayuna con dicho diario, no con El Siglo, que tiene una línea editorial atea.

Sepan ustedes que Dios es el único ser del universo que puede ver la edición completa sin estar suscrito, a no ser que la suya sea una suscripción honoraria, pero lo dudo, con lo poco que se está vendiendo el diario, para mantener un medio de comunicacion se debe cobrar hasta al padre.

No lo hace en la versión papel, sino en la digital, utiliza su Iphone, por cortesía de Apple le hacen llegar vía Amazon el último modelo actualizado. Dicho celular es la envidia del diablo, que con el calor del infierno todos los equipos  móviles se le derriten, pero aun así por el correo de las brujas suele estar informado.

“Que use  un Iphone, no es signo de ostentación ni consumismo, ¿cómo el Dalai Lama usa un Rolex y nadie reclama?”, le dice Dios a la Madre Naturaleza, cuando discuten sobre la contaminación y el consumismo, en una de sus habituales tertulias divinas.

Pero el reciente enojo de Dios no es con ella, sino con el hombre, siente que al igual que Satanás, otra vez se quiere rebelar.

Su molestia no es por una irreverente caricatura de Charlie Hebdo publicada en Francia ni por las últimas declaraciones del papa en el L'Osservatore Romano, que pueden dejar abierta la puerta a un futuro matrimonio entre homosexuales ni siquiera por el familiar “Me cago en Dios”, con que a los vascos le gusta blasfemar y que, desde niños aprenden a balbucear, tanto que fue lo primero que el portero Iker Casillas, grito efusivo cuando España ganó el mundial.

Lo que irrita a Dios es el resultado de la encuesta “Estudio de Opinión Pública Imagen y posicionamiento de la Defensoría Penal Pública Septiembre 2020”, que se publicó en El Mercurio.

Por los resultados del estudio debe soportar que lo visite en sueños el demonio para burlarse y macharle con aquello de "Cría cuervos y te sacarán los ojos”, además, el maligno se  vale de un ejército de troles que bombardean con memes el celular de Dios.

Es que si era cierto que el hombre está hecho a imagen  y semejanza de Dios, ello se refería no solo a su forma corporal, sino también a lo mental. Pero, tal parece, que algo está cambiando y, según él, que todo lo sabe, dicho cambio es para mal.

Porque el estudio arrojó que el 89 por ciento de las personas consultadas en Chile, valoró como importante la existencia de un organismo público que represente a las personas imputadas y, un 86 por ciento, garantizar que toda persona acusada de un delito cuente con un abogado defensor.

Sucede que, desde el juicio de Adán y Eva en adelante, Dios inoculó en la mente del hombre que para condenar no es necesario un abogado defensor; de hecho el primer hombre y la primera mujer no lo tuvieron; Dios fue juez y parte, los expulsó del paraíso y condenó a vagar por la tierra y sufrir las penurias de los hombres, no hubo defensor, tampoco se les respetaron su derecho a que se presuma su inocencia ante el tribunal divino ni a un justo y debido proceso.

Tal percepción de la justicia, pensó Dios, dejar  grabada en piedra en la memoria arquetípica de los hombres, por eso no cuestionó en su tiempo los tribunales del Santo Oficio, ni otros por el estilo que se sucedieron en la historia de la humanidad

“¿Qué es esa tontería de valorar tener un abogado defensor?”, se pregunta irritado y a punto está de lanzar su furia iracunda contra Chile, que se expresa en terremotos, maremotos, inundaciones erupciones, sequias cuando, tal como si fuera música celestial, escucha las palabras de la alcaldesa Evelyn Matthei que criticó la labor de la Defensoría Penal.

“Aquí priman mucho más los derechos de los delincuentes que los derechos de los ciudadanos”. “El otro problema que tenemos son los defensores penales, que en el fondo han buscado una serie de triquiñuelas (…)y a ellos lo único que les interesa es dejar a los delincuentes sueltos. Hay que ver cómo le pagan a ellos, probablemente le pagan por delincuente suelto”, expresó la alcaldesa de Providencia.

Y se regocijó Dios, con las palabras de Evelyn, las sintió como alabanzas, vio que no todo estaba perdido, se arrepintió, entonces, de descargar su furia porque “En Chile todavía existen personas sensatas",  se dijo a sí mismo, "Amén", sentenció El Señor.

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