El hombre es un ser gregario, busca la vida grupal y cada cual es libre para elegir con quien interactuar, pero como soy un ser antisocial, me intriga saber qué hay en la mente de un hombre para pertenecer al Círculo de Amigos de Carabineros, uno lo pudiera entender de los parientes de la familia policial o de policías jubilados, pero de un civil, suena raro.
Serán, acaso, carabineros frustrados que sueñan llegará el día en que la delincuencia
asolará las ciudades, los funcionarios policiales no darán abasto y ellos, los
denominados alguaciles, sin más formación policial que de niño jugar al “Paco y
Ladrón”, serán llamados con gorra, placa pistola y bastón
retráctil a perseguir bandidos, tal como ocurría en el Far West.
Porque no creo que
estar cerca de carabineros sea por un egoísta interés individual para que el
policía se preocupe un tanto más de cuidar mi negocio que la casa del
vecino, en un control caminero haga la vista gorda si voy a exceso de
velocidad o no me partee porque me pasé un semáforo en rojo o un disco Pare.
El caso es que ya sea
por falta de cariño, interés, timidez o porque se creyeron mucho lo de “un amigo en
su camino”, los círculos de amigos de la policía uniformada, y también de la
civil, existen en las grandes urbes y pueblo pequeños.
Como en Natales,
donde el nombramiento del nuevo general director de Carabineros fue
recibido con alegría por los alguaciles, porque el hoy director se desempeñó
hace años como comisario del pueblo. “Un carabinero cercano a la
gente”, dijeron cuando supieron la noticia y que por su profesionalismo y
calidad humana ya en sus años de comisario ellos le vaticinaron que llegaría a
liderar la institución policial.
Pero, a nivel nacional, no a todos dejó conforme el nuevo nombramiento, hubo quien se asustó, como el diputado de la UDI, Javier Macaya, “El general Director de Carabineros es más zurdo que la chucha(sic)”, comentó en el hemiciclo a su par Patricio Melero, sin percatarse que estaba con el micrófono abierto.
“Bueno, pero puede ser
bueno”, le respondió Melero. Y acaso tenga razón porque si como Macaya dice el
nuevo general es zurdo, a los zurdos verdaderos, esos que son por principios,
no por rebeldía sin causa, les gusta el respeto al orden y la seguridad
interior, ejemplo de ellos son los estados comunistas rusos y chinos.
Sin embargo, hace rato que nuestro
sui generis zurderío criollo perdió su conservadurismo y se ha vuelto liberal,
pregona la modernización de carabineros, nunca tanto como para cambiar el
uniforme verde caqui por el rojo amaranto, pero si bien se burla del dicho que
“los chilenos son los ingleses de América”, pretenden que los carabineros sean
como los bobbies, de casco alargado, sin más armas que un bastón para detener
al bandido, dirigiendo el tránsito o caminando por las calles con las manos
atrás, pero, como no se trata de imitar, los apaleos de nuestros bobbies a los
hooligans, estarán prohibidos.
Por cierto que tamaño cambio a la policía de investigaciones no tocara, sobre todo si ya tuvo su propio proceso modernizador, fue de tal magnitud que hoy podemos estar orgullosos que la PDI, esté a solo dos letras del FBI.
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