La PSU y la tómbola

Vivimos en un mundo raro, lo que ocurre con la PSU fue fatal y ni nos inmutamos, la anomia se volvió normalidad, hubo alumnos a quienes quitaron pruebas de las manos mientras la estaban rindiendo, a todas luces atentatorio contra su dignidad y, lo peor de todo, nadie sabe a ciencia cierta dónde esto acabará.

Mis suegros, profesores  normalistas, a principios de este siglo optaron por jubilarse anticipadamente, les era muy difícil hacer clases, notaban que se había perdido el respeto por parte de alumnos y apoderados. Con  la mala educación demostrada por un pequeño grupo de jóvenes que biocotearon la PSU, para el próximo marzo se duda si dejarán a sus maestros hacer clases.

Como algunos piensan que los niños no son culpables, ni responsables, no viene al caso preguntarse, entonces, qué sentido tiene la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, menos, si se podría permitirles votar.

Hace muchos años tuve un amigo historiador, profesor de historia universal en una universidad, tipo capo, buena onda y amigo de sus alumnos, pero con una pequeña debilidad, escribía con tinta roja, en su ramo escaseaban los azules, las pruebas era una hemorragia colectiva, pocos aprobaban, al final terminaron echándole, los alumnos denunciaron ante la facultad que era demasiado exigente. 

¡Ay de usted si dicta cátedra en una universidad! porque se  invertirán los papeles y serán los alumnos quienes hagan clases y los profesores rajen, no que escapen, sino que reprueben. A modo de sugerencia, tenga siempre presente que si tiene alumnos  ayudantes, desconfíe de ellos, son de los peores, tipos codiciosos, sueñan ocupar su lugar. 

Pero existe un  bálsamo para su sufrimiento, en marzo para el primer día de clases, tras dar la bienvenida a sus alumnos comunique que la asistencia a clases será voluntaria, el que quiere asiste, nada de evaluaciones ni pruebas, porque al igual que exámenes, informes, ensayos, artículos o reseñas, escritas u orales están obsoletas, innecesarias ya que de antemano todos aprobados, cum laude (con honores).  

Sus clases serán admiradas, se ganará el respeto de los chiquillos, para vuestro onomástico, cumpleaños y navidad recibirá saludos on line, con la leyenda "al maestro con cariño".

Y para alimentar vuestro ego, considere que su trabajo pedagógico será igual que el de Roland Barthes en el Collège de France, según Umberto Eco, al ser miembro del renombrado establecimiento, se tiene el privilegio de no hacer clases, ni tomar exámenes ni corregir informes, solo hablar en el auditorio, los alumnos asisten por el placer de escuchar, poseer tal poder cultural gracias al saber imagino debe ser el sueño de todo intelectual.

“Como se sabe, los profesores del Collège de France se limitan a hablar: no realizan exámenes, no están investidos del poder de aprobar o suspender, se les va a escuchar por amor a lo que dicen. De ahí la satisfacción (una vez más humilde y muy orgullosa) de Barthes: accedo a un lugar que está fuera del poder. Hipocresía, sí, puesto que, en Francia, nada confiere mayor poder cultural que enseñar en el Collège de France, produciendo saber.” ( Umberto Eco, La Estrategia de la ilusión, pp 149). 

Pero se debe dilucidar primero cómo será la forma de ingreso de los mechones a la universidad, como la PSU está muerta y sería terrorífico y antinatura resucitar la PAA, habrá que recurrir a la tómbola, si se usa para ingresar al sistema escolar, puede funcionar para la educación superior. La tómbola no es segregadora, sino inclusiva, nada más igualitario que el azar.