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Doble opuesto


Aunque no sea políticamente correcto decirlo, más aún ante los recientes sucesos, las constituciones no las redacta la calle, por más vociferante que esta sea, saldrían una infinidad de disparates. A mí, por ejemplo, me gustaría que la nueva Constitución además de consignar que nuestro país es pluriétnico, pluricultural, plurinacional y plurilingüe explicitara, también, que como Colo Colo es Chile, el Estado debe ser colocolino, un texto así quedaría un mamotreto indescifrable, peor que escrito judicial. 
Con la futura Carta Magna pasará igual, siempre es un grupo privilegiado de escribas monásticos que se preparan toda una vida para ello y conocen al detalle los secretos de la escritura y técnica constitucional, algunos lo logran, otros, en su mayoría, fallecen en el intento sin lograr su cometido. 
Si la Constitución del 80 la escribió Jaime Guzmán, la del siglo XXI la redactará Fernando Atria, ya que si uno mira con detalle, no se puede negar que Atria es como el doble opuesto  de Guzmán.
Porque el destacado constitucionalista de la Universidad de Chile y de Plataforma Socialista, si bien no salió en la foto oficial, sí se le vio en el ex Congreso Nacional, conversando, de manera didáctica con parlamentarios, en el marco de las frenéticas negociaciones previas a la firma transversal del histórico “Acuerdo por la Paz Social  y la Nueva Constitución”.
Tras la extensa jornada, el abogado Atria tiene que haberse ido a dormir muy de madrugada, si acaso pudo pegar pestaña más satisfecho que nunca y con el sabor dulce de la victoria todavía en la boca. Ya que aplicado como es, para evitar el síndrome de la hoja en blanco que pudiera atacar a los futuros constituyentes y eternizar el proceso, él hace años debe tener redactado el borrador en formato word de la nueva Constitución.
Solo tiene que corregir y afinar detalles ortotipográficos menores, uno  que es primordial, si el tipo de letra del texto de la  nueva carta  fundamental chilena queda mejor en  Calibri, Arial, Bookman, Times new roman, Rockwell, Century gotic o Georgia, pero aquello será la crucial definición, tal vez la única, que deberá tomar ya sea la Convención  Mixta Constitucional o la Convención Constitucional (Asamblea constituyente). 
A lo mejor por eso el PC se restó de la firma del acuerdo, tal cual sucedió con el plebiscito del No, aunque al último se suma igual y, tras los resultados, también sale a festejar y enarbolar banderas rojas y chilenas.

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