En ocasiones las buenas
intenciones llevan
a morderse la cola, ello puede ocurrir con el aparente innovador y
revolucionario artículo 10 de los nuevos estatutos del Centro de Alumnos de la
Carrera de Derecho de la Universidad de Chile. Este señala que el Centro
de Alumnos de Derecho debe aportar en la construcción de una sociedad no solo anticapitalista
y antiimperialista sino también, y esto es lo peligroso, en una sociedad
antiespecista, es decir donde todas las especies sean tratadas por igual y no
exista una superioridad del hombre sobre el resto de los animales.
En una sociedad así el
Centro de Alumnos o la propia Facultad de Pío Nono, la más antigua del país en
la formación de juristas y en cuyas aulas estudiaron
varios presidentes de Chile, bien podría estar dirigido por un perro y de
decano un gato, aunque sea de campo, pero lo que es más grave, no
habría derecho para reclamar si a los gorilas se les ocurre volver a
gobernar el país.
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